La Argentina que no soñamos

No me conforma pensar en que tal vez, nuestros nietos puedan llegar a ver el país que todos soñamos. Hablo de nietos, porque ya nuestros hijos, también están padeciendo este caos. Yo quiero vivir en ese país que soñé y del cual, a pesar de todo me siento orgullosa, porque trabajo y pago mis impuestos y como en todo, hay derechos y obligaciones, aunque para los que hacemos las cosas correctamente, solo existen las obligaciones.

En estos días, los medios de comunicación reflejan la gran cantidad de quejas, totalmente justificadas e increíbles: cortes de luz y falta de suministro de agua corriente.

Vivimos detenidos en la época de la colonia. Si hace calor, por la falta de luz y agua no podemos beber algo fresco, usar ventiladores o aire, los electrodomésticos en general, etc, asearnos ni limpiar la casa o lavar los alimentos que consumimos y los baños se convierten en letrinas.
Cuando es invierno, no hay gas. Cuando llueve las calles se inundan. Los piquetes no nos permiten llegar a nuestro lugar de trabajo o regresar a los hogares.

Todo esto parece un adicional a la falta de seguridad (olas de secuestros y asaltos) que venimos soportando desde hace tiempo.

Ayer sentí vergüenza cuando por televisión pasaban las opiniones de algunos de los 67.000 turistas afectados a raíz de los 300 vuelos demorados.

Algunos de los testimonios:
Matrimonio español: "Vinimos a Argentina a celebrar nuestras bodas de plata. Si bien una vez aquí, no resulta tan costoso, venimos desde muy lejos y los pasajes, si lo son".

Una pareja (ella argentina, él escocés) venían desde Escocia para que los padres de la joven (que viven en Neuquen) conocieran a sus nietos, de 5 años y 3 meses respectivamente. Lloraban apenados por la situación que estaban viviendo, soportando la espera con sus dos criaturas.

Una italiana: "Vine a recorrer la Argentina que es muy linda, pero su gente es 'una mierda', no vengo nunca más".

Indignante, porque "en cierta forma tienen razón" (ya que no todos los argentinos son una m...) y mientras se pierde tiempo cambiando miembros del gabinete, el árbol no permite ver el bosque.

Al finalizar la nota, se comentó que varios países europeos, ya estaban suspendiendo los viajes a Argentina programados para los meses de enero y febrero.

Lamentable y vergonzante, ya que el turismo es una de las fuentes de ingreso más importantes en cualquier país del mundo y con todo lo que tiene Buenos Aires para ofrecer, el turista pensará dos veces antes de elegirnos como destino turístico.

Señor presidente, ojalá tome conciencia de lo que lo rodea y deje su indiferencia de lado, nos lo merecemos como argentinos y sobre todo para que quienes lo votaron no se sientan defraudados.

Susana Espósito