Cambalache

Cada vez hay más la gente que usurpa esta profesión y nadie les impide hacerlo.

Hay taxistas que llevan a sus pasajeros y pretenden hacer además de guías, contando historias inventadas o dando información incorrecta, también otros que manejan bien un idioma y se lanzan a hacer lo mismo u ofrecen sus servicios de acompañamiento para tours de compras, cobrando por su compañía y además, las comisiones de los locales a los cuales llevan gente. De esa manera, evitan tener que hablar demasiado de lo que muchas veces no saben.

En el cementerio de Recoleta, el gusto por guiar fue tan contagioso que incluso hay cuidadores que ofrecen sus servicios, algunos desinteresadamente y otros, prácticamente imponen al turista su presencia hasta que aceptan ser acompañados y luego, como es de esperar, piden dinero. Pero hay un personaje muy disparatado, que con su plumero en mano ofrece acompañar hasta la bóveda de Evita por $ 15. (Un poco demasiado, no le parece?)

Me recuerda el tango "Cambalache" pero con la letra un poquito cambiada:

Todo es igual, nada es mejor
Lo mismo un guía que un cuidador...
No hay atrasados ni escalafón
Los picarones nos han igualado.

DA LO MISMO QUE SEAS GUIA, COLCHONERO, REY DE BASTOS, CARA DURA O CUIDADOR...

No se deje engañar, conozca Buenos Aires, pero con gente idónea, haga valer sus derechos y lo que paga por un buen servicio.

Susana Espósito