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Una ventana para ver y oír buen tango

Llegamos muy temprano, para recorrer el lugar y no perdernos detalle. En la puerta nos recibió muy amablemente un robusto señor de piel negra, elegantemente vestido, que nos dijo que había nacido en la Guyana Holandesa y desde hace muchos años estaba radicado en Buenos Aires.

Luego de cumplir con el trámite administrativo, los visitantes bajaban por una escalera que hay junto al aljibe, muy bien ambientada a otras épocas, al final de la cual esperaba una pareja vestida a la usanza de los años ´20 con una "onda" bien tanguera para la infaltable fotografía.

A continuación se los iba ubicando en las mesas donde minutos más tarde disfrutarían de una cena muy bien servida y con variedad de platos para todos los gustos.

Después del postre quedó tiempo para que los que no pueden controlar el vicio pudieran fumar un "puchito" en la vereda, aunque la noche estaba bastante fría.

A las 22 puntual arrancó el show, con cuatro parejas de baile, acompañadas por una muy buena orquesta, que hicieron las delicias de los presentes.

No faltó el folklore, con la presencia de un grupo que ejecutaba música del altiplano y también acompañó a un bailarín que con el tradicional atuendo de gaucho mostró su habilidad con el bombo y las boleadoras, llevándose la ovación de la noche.

La sorpresa fue el cuadro donde aparece la cantante, vestida y peinada como Evita, interpretando el clásico "No llores por mí, Argentina" y los bailarines con un vestuario semejante al de los que lucían los obreros o una mujer de la clase trabajadora de los años cincuenta.

El cierre fue a todo tango, con la "Orquesta de Juan D'arienzo", impresionante poder escuchar cuatro bandoneones, tres violines, contrabajo y piano, con el marco de los bailarines haciendo los pasos clásicos de nuestra música ciudadana, para cerrar con "La cumparsita" y despedirse con "Adiós Pampa mía". No queremos olvidarnos de los cantantes que con muy buenas interpretaciones hicieron llegar a nuestros oídos los maravillosos versos que acompañan los acordes del tango.

Compartimos la mesa con un grupo de médicos extranjeros que estaban participando de un congreso internacional, organizado por una importante institución de nuestra ciudad, y pudimos recoger sus opiniones sobre lo que acababan de presenciar.

Una doctora de Houston nos decía: "¡Como me gustaría aprender a bailar!!!, pero viendo a estos bailarines me parece muuyyy difícil".

Por su parte otra profesional de Puerto Rico comentaba: "Se ve como una danza muy sensual. Como una expresión de amor, que se siente en el abrazo y el acompañamiento mutuo".

Se vio muy participativo a un médico irlandés, que disfrutó mucho del show y aplaudió muchísimo a los bailarines en cada una de sus presentaciones. Mientras otro colega que estaba sentado a su lado le comentaba sobre las bellas piernas de las bailarinas.

Por supuesto, para las doctoras no pasó inadvertido el vestuario de las bailarinas y muy especialmente (como suele ocurrir) los zapatos utilizados.

Agradecemos a todo el personal de "La Ventana" por su esmerada atención y especialmente a la Srta. Andrea y al Sr. Roberto.

Texto y fotos: Luis Leoz
Fecha de publicación 12/05/07