Remodelan el Museo Isaac Fernández Blanco

Resta terminar tres ambientes, que se estima estarán para el mes de abril. A partir de ese momento contará con quince salas de exposición y será depositario del conjunto de platería colonial más importante del continente.

Cableados, artefactos de iluminación, el cambio de todo soporte de madera por material ignífugo, música en algunos ambientes y los grandes paneles vidriados para contener las decoraciones altoperuanas y rioplatenses elevaron los estándares de seguridad del museo.

Se definió un nuevo guión o narración para mostrar de manera contextualizada las diversas colecciones, cimentadas a partir de las donaciones de los hermanos González Garaño y de la familia Noel; 400 piezas del patrimonio abandonaron la reserva y se restauraron para sumarse al nuevo guión del museo; una nueva sala de 150 metros cuadrados alberga ahora las exhibiciones temporarias, y se remozaron totalmente 1200 metros cuadrados de exhibición.

Como sucede en todo museo, de las 12.000 piezas del patrimonio bibliográfico y artístico (entre platería, pintura y mobiliario del período republicano en el Río de la Plata junto con imaginería colonial y religiosa del continente americano) sólo un 20% permanece en exhibición.

Según cuenta Jorge Cometti, director del museo, "Hubo un importante incremento de público, durante 2005 recibimos 100.000 visitantes, lo que triplicó la cifra de 2002" y agregó "Lo primero que notamos con el nuevo formato fue un incremento en el tiempo que el público permanece recorriendo las salas. Se cayó el mito de que la gente no lee textos y comprobamos que el público abandonaba una actitud contemplativa para adoptar otra más participativa, como sintiéndose parte de la historia que se le muestra".

"Nuestro mayor desafío fue integrar en el relato el testimonio de todos los actores de nuestra primera identidad: las pertenencias y el arte de indios y europeos, conquistadores y conquistados, inmigrantes voluntarios y esclavos africanos, católicos y conversos, santos y herejes, ricos y pobres dan cuenta de una sociedad compleja, no exenta de conflictos étnicos, culturales y políticos", destacó Cometti.

Actualmente el museo cede su espacio no sólo para presentaciones de libros y productos, sino también para la realización de cursos, seminarios, conciertos, espectáculos y conferencias que le aportan un dividendo extra, siempre administrado por la Asociación de Amigos. Se amplió la oferta cultural sin desvirtuar la misión del museo, una parte de la programación es gratuita y otra no. Se ofrecen 160 conciertos de música barroca al año, de los cuales algunos son pagos, y eso le da un margen de expansión. "Ha sido con parte de esos ingresos que se solventó la remodelación del museo", destacó el director.

Eduardo Luna