Conozca sigue su campaña para cuidar la ciudad
Habitualmente salimos a recorrer nuestra hermosa ciudad para observar las buenas nuevas que en ella se van generando, y reclamar a quienes corresponda, cuando vemos la otra cara de la moneda: edificios cuyos frentes están escritos, basura en las calles, descuido de monumentos y fuentes y otros temas que atañen a la preservación de nuestro patrimonio, dependiendo de nuestra propia educación y buenas costumbres.En varias oportunidades enumeramos algunas plazas que se ven abandonadas y sucias, al igual que los monumentos contra los cuales desquitan sus broncas algunos inadaptados que no se dan cuenta que es parte de la memoria de todos los que habitamos Buenos Aires.
Esta vez, hemos comprobado que a pesar de los carteles que prohíben a los cuidadores de perros ingresar a plazas que no cuentan con caniles, siguen desafiando la consigna y haciendo lo que no deben, pero además, señoras bien del barrio de Recoleta, que se sientan tranquilamente a conversar, mientras delante de sus narices, sus perritos hacen sus necesidades dentro de canteros y permanecen inmutables.
Lamentablemente, en los canteros debería haber flores y en muchos no hay, pero de cualquier manera, esto no implica que a falta de flores, buenas son las defecaciones de los perros. La cultura y la educación no las da el vivir en un barrio elegante, la cultura y la educación se demuestra en esas pequeñas actitudes cotidianas, entre ellas, el respeto por los demás, el cuidar lo ajeno como lo propio, aunque los espacios públicos no son ajenos, son de todos.
Cuidar es la manera de dar el ejemplo para que quienes visitan la ciudad se comporten de la misma manera. Con qué autoridad moral podemos protestarle a un turista si come un pancho con una gaseosa y luego arroja la servilleta o la botella vacía a un cantero?
Creo que es para pensarlo, no le parece?
Cuidemos la ciudad, es la casa de todos los porteños.
Texto y fotos: Susana Espósito
