Explosión y tragedia en Recoleta

El siniestro se inició en el cuarto piso y según las pericias realizadas, el estallido se produjo por acumulación de gas en la cocina del departamento.

La unidad era alquilada por un hombre que se encuentra en gravísimo estado.
En el mismo hecho, fallecieron dos mujeres que se encontraban esperando el ascensor en el séptimo piso y fueron alcanzadas por la onda expansiva.

Los ocupantes del edificio y los vecinos a esa unidad estaban en estado de pánico, ya que estallaron gran cantidad de vidrios y varios supusieron que podía tratarse de un atentado.
El edificio fue evacuado y cerrado por orden judicial. Se especuló también con un intento de suicidio del propietario, pero son todas hipótesis que quedarán esclarecidas cuando finalicen las correspondientes pericias.

Según se escuchó a algunos especialistas de Metrogas y de bomberos, se encontraron abiertas las llaves de la cocina. Uno de los técnicos precisó que había dos hornallas y el horno abiertos, por lo cual se sigue investigando, ya que el arranque de la heladera, pudo provocar un chispazo que fue el detonante de la explosión.

Para tranquilidad de propietarios y vecinos, desde la Policía Federal se insistió en la imposibilidad de "derrumbes".

Respecto al hombre que llegó al Instituto del Quemado con heridas que abarcan el 88% de su cuerpo, desde el Ministerio de Salud del Gobierno porteño, contaron que "se presentaron ayer presuntos familiares que no pudieron identificarlo por la magnitud de las lesiones".

En el mismo hospital continuaba internadas Carolina Pisinsky, de 31 años, en terapia intermedia, "quien llegó por sus propios medios", y Carolina Bainberg, de 30 años, quien estaba por ser trasladada a una institución privada, por la seriedad de su "lesión inhalatoria". Una mujer de 63 años también continuaba internada, aunque en el Hospital Rivadavia, con un diagnóstico de "paciente estable con pronóstico reservado".

Susana Espósito