El granizo hizo destrozos
El día miércoles 26 de julio, la ciudad de Buenos Aires oscureció de golpe y alrededor de las 16 horas, repentinamente, una lluvia de granizo cayó con tanta fuerza, que dejó como saldo 14 heridos que transitaban por la calle y gran cantidad de autos que sufrieron roturas de parabrisas y abolladuras.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, las piedras más chica tenían el tamaño de una pelotita de golf y lo inusual fue que duró alrededor de 20 minutos, cuando en general, las veces que granizó en Buenos Aires fueron no más de 5 minutos.
Quienes circulaban por las calles, fueron sorprendidos tan repentinamente que no sabían dónde refugiarse y algunas personas sufrieron cortes en la cabeza, debido a la fuerza con que caían las piedras y debieron ser asistidos para recibir suturas.
En muchos edificios, que recibieron de frente el granizo, también hubo roturas de vidrios en sus ventanas y además se inundaron varias calles y más de 40 mil usuarios se vieron afectados por cortes de electricidad. Hubo caída de árboles, de carteles, cables arrancados, daños a la propiedad y accidentes de tránsito.
Las fotos que ilustran esta nota fueron tomadas en Av. Las Heras y Azcuénaga, en ambas se puede apreciar la cantidad granizo caído, tanto en la avenida como en la terraza de un edificio.
En cuanto a los transportes, varias avenidas fueron un caos y la línea D de subte, el premetro y el ferrocarril Urquiza paralizados.
Ni la Casa Rosada se salvó de los efectos climáticos, hubo una parte inundada, corte de luz y techos de policarbonato perforados. También se produjo el anegamiento de la entrada del Congreso sobre la calle Rivadavia y la interrupción del servicio telefónico en el Senado.
Las empresas que cambian parabrisas se vieron desbordadas de trabajo, al igual que los vidrieros y las compañías de seguros tenían las líneas saturadas.
Según consta en un parte, la lluvia de granizo fue consecuencia del temporal de nieve que azota la cordillera de los Andes.
Texto y fotos: Susana Espósito
