Patrimonio, presente en la Feria del Libro
La Feria del Libro que este año abrió sus puertas el 17 de abril, ya fue visitada por gran cantidad de gente de todas las edades, que recorren los amplios y cómodos pasillos de los tres pabellones, informándose de las novedades, buscando ofertas, temas específicos.
También hay gran cantidad de actividades, charlas, conferencias y presentaciones de libros.
El martes 25 a las 16.30, la Subsecretaria de Patrimonio, Nani Arias Incollá presentó en la sala Domingo Faustino Sarmiento, el libro Calesitas Porteñas. Junto a ella estuvieron el Sr. Silvio Mellincovsky, titular de Calesitas Porteñas y Don Luis Rodríguez, un célebre calesitero del barrio de Liniers.
La sala estaba colmada y hubo mucha gente de pie, que escucharon emocionados a la arquitecta Arias Incollá, quien mostró (como en todo lo que emprende) un gran entusiasmo y satisfacción por este nuevo libro dedicado a las 53 calesitas de Buenos Aires y destacó la importancia de preservarlas como parte de nuestra memoria, que nos trae tan lindos recuerdos y además nos da la posibilidad de poder disfrutarlas en la actualidad con nuestros hijos o nietos, como lo hemos hecho nosotros cuando fuimos niños.
El señor Mellincovsky expresó que la calesita, en cierta forma es el primer desprendimiento de un niño con su madre, ya que cuando comienza a girar, espera toda la vuelta hasta encontrarse nuevamente con el rostro de su mamá y al verla, es maravillosa su expresión de alegría.
También habló de la sortija, que según él, es una manera de hacer justicia con los niños que a veces no pueden pagar más que una vueltita y también es darles alegría a todos por alcanzar el tan preciado trofeo.
Don Luis, que tiene su calesita desde hace muchísimos años en el barrio de Liniers agradeció a todos los que participaron del emprendimiento y se emocionó contando que muchos de los que alguna vez subieron a su calesita cuando eran niños, hoy se acercan para llevar a sus hijos y algunos a sus nietos. Dijo que siempre la pintó de los mismos colores originales y esto hace fácil recordar en qué caballito o bote se subían cuando eran pequeños.
El calesitero fue consultado sobre distintos temas de la calesita y un señor del público le prometió ir para dar una vueltita y sacar la sortija, ya que nunca tuvo esa suerte cuando era chico.
Finalmente, don Luis firmó con gran cariño los libros que se les obsequió a todos los presentes.
La arquitecta rescató la importancia de que la gente vea el sentido de pertenencia de un patrimonio que es de todos y debemos rescatarlo, preservarlo y cuidarlo.
Susana Espósito
