No a la dictadura y nunca más
El viernes 24 de marzo se cumplieron 30 años del derrocamiento de la entonces presidente María Estela Martínez de Perón y la instauración del gobierno de facto, autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.
El día jueves comenzó la vigilia en Plaza de Mayo, donde miles de manifestantes iban llegando para asistir a este acto que refresca la memoria de los hechos que desearíamos olvidar y como no podemos, rogamos que no se repitan.
Estuvieron presentes representantes de partidos políticos, piqueteros, entidades defensoras de los derechos humanos y ciudadanos.
La marcha, que tuvo como lema que se realiza sin "distinciones políticas o ideológicas para decir no a la dictadura y nunca más", estuvo encabezada por una bandera con la foto de los desaparecidos.
Previamente el acto tuvo música y canto en las voces de León Gieco, Horacio Fontova, Teresa Parodi y Vicentico.
El acto comenzó con la lectura de las consignas. Se nombraron las agrupaciones convocantes y se leyó la Carta Abierta a la dictadura militar escrita por Rodolfo Walsh cuando se cumplió un año del golpe, que denuncia las atrocidades que se cometían.
Finalmente, se leyó un polémico documento.
El emotivo acto para repudiar el golpe militar se vio empañado cuando al final se produjeron algunos incidentes entre los organizadores y las madres y abuelas de Plaza de Mayo, que estaban enojadas porque no las dejaban hablar, y cuando una de las madres se acercó al micrófono para dar unas palabras y aclarar que tanto ellas como Abuelas no suscribían el documento que se había leído, imprevistamente se cortó el sonido.
La titular de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, consideró que el documento, que atacaba al presidente Nestor Kirchner y distorsionaba la realidad nacional fue "una estafa" y que los que lo elaboraron "hicieron una utilización política del dolor". "Esto no es grato para nada, es una irresponsabilidad", sostuvo, muy enojada, ante los medios, al terminar abruptamente el acto.
Texto y fotos: Susana Espósito
