Obras en la Plaza del Congreso

Poco a poco, las plazas de Buenos Aires van recuperando su belleza. Ahora le toca el turno a la Plaza del Congreso, una de las más emblemáticas de la ciudad y que en los últimos tiempos lucía un aspecto terrible, debido a las manifestaciones que hicieron destrozos y a los indigentes que habitan allí, dejándola muy sucia.

A diferencia de la mayoría de las plazas de Buenos Aires, ésta no surgió de un hueco o baldío, sino que por iniciativa del senador Miguel Cané, se estableció mediante la Ley 6286 del 30 de septiembre de 1908, la creación de un Parque, donde quedaba incluida la antigua Plaza Lorea, construyendo la nueva Plaza del Congreso, comprendida entre las calles Entre Ríos y la Plaza Lorea y las calles Victoria (H. Yrigoyen) y Rivadavia, debiéndose hacer, al efecto, las expropiaciones necesarias.

El amplio espacio ofrecería una excelente perspectiva al imponente Palacio Legislativo y el área a parquizar debía estar terminada para el 25 de Mayo de 1910

El espacio fue proyectado por Carlos Thays para los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo como digna antesala a cielo abierto del Congreso.
En 1991, la Plaza del Congreso fue declarada Patrimonio Histórico Nacional (al igual que las plazas de Mayo y San Martín).

Ahora, Buenos Aires se está preparando para los festejos del segundo centenario de la Revolución de Mayo de 1810, y continuando con una serie de obras que se están realizando para dicho objetivo, ya comenzó la restauración del Monumento a los Dos Congresos, cuya fuente dejó de funcionar hace seis años.

Dicho monumento, obra del francés Jules Lagae, fue inaugurado en 1914.

El área de Cultura del Gobierno porteño y la Secretaría de Medio Ambiente, están a cargo del plan de renovación de la plaza.

Desde hace unos meses, el monumento está cubierto por unas telas, ya que se realizó la limpieza mediante el sistema de hidroarenado.
Las esculturas se están restaurando en escuelas del Bellas Artes porteñas. En el Gobierno no supieron dar fecha de finalización de la obra, debido a las condiciones del tiempo, que no fueron del todo favorables, ya que hubo 28 días de lluvia en el año.
A principios de mes se sumó la reparación de la fuente, y está previsto activar sus aguas danzantes de noche y de día.
El área central de la plaza ya luce su nuevo césped.

En la segunda etapa de puesta en valor de la plaza, figuran las dos plazoletas, diseñadas por Thays para eventos sociales propios de aquellos tiempos.
Este sector también será refuncionalizado, con nuevo mobiliario, desaparecerían los incómodos bancos de dos listones de madera, y colocarán cestos, bebederos y sistema de riego por aspersión.
También se restaurarán los "jarrones" o "copones"originales.

Texto: Susana Espósito - Foto: Luis Leoz
 

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