La ciudad y sus artistas
Buenos Aires es una ciudad multifacética que cuenta con infinitas posibilidades, que permiten a quienes vivimos en ella, como a los turistas que la visitan, disfrutar de su arquitectura variada, sus plazas y parques, la gastronomía, el tango y el arte, que puede apreciarse en sus Museos, como también en los monumentos que la embellecen y además, podemos sorprendernos y toparnos con el arte, simplemente caminando por sus calles.
En el barrio de la Recoleta, sobre la calle Junín, a un costadito de la Iglesia del Pilar, es común encontrar a un joven llamado Diego Vázquez, autodidacta, ilustrador, pintor y muralista que con una caja de tizas y carbones, en tres horas puede pintar la "Ultima Cena", de Leonardo da Vinci, o el "Juicio Final" de Miguel Angel.
Lo increíble es que en este caso, pinta sobre el asfalto, y después de pocos días, por el paso de la gente, los vehículos, o de una lluvia inoportuna, la obra desaparece.
Es un arte efímero que a quienes saben apreciarlo, les da mucha pena que no pueda permanecer allí, embelleciendo nuestras calles.
Diego logra darles a las figuras que dibuja, una expresión en la mirada que maravilla a todos los que se detienen a disfrutar de sus creaciones.
En una época en que muchos se dedican a pintar sus grafitties en los frentes de casas y edificios, o sobre monumentos, arruinando lo que tanto sacrificio y dinero cuesta, es rescatable que haya gente como Diego, que manifieste su sensibilidad artística en sus bellísimas obras que causan la admiración de quienes lo ven trabajar.
Quién dijo que todo está perdido?
Felicitaciones Diego y gracias por hacer que "las callecitas de Buenos Aires tengan ese qué sé yo"
Susana Espósito
