Iglesia de San Ignacio
San Ignacio, la Iglesia más antigua, necesita que se ocupen de ella.
Por su riqueza histórica, por ser la más antigua de nuestra ciudad, parece que ocurriera lo mismo que con los ancianos, quedan en el olvido, no se valora la edad, la experiencia y en este caso, no se valoran sus raíces que forman parte de nuestra historia, siendo fiel testigo de los inicios de la ciudad.
La iglesia de San Ignacio fue inaugurada en 1722, en el mismo lugar donde desde 1675 los jesuitas habían regido un templo más modesto.
Hace mucho tiempo que su imagen es lamentable y todavía muchos recuerdan cuando hace dos años, el mismo párroco Francisco Delamer salió con una alcancía a la calle a pedir una colaboración para poder hacer frente a las necesidades más urgentes que se agravaban, con el temido y posible desenlace de tener que cerrar la iglesia.
Ya hace varios meses que se colocó un andamiaje que apuntala el frente y la entrada principal está clausurada. Dicho andamiaje, entorpece el paso de los peatones y da cierta impresión de abandono.
La iglesia está abierta por la calle Alsina y su interior está siendo restaurado lentamente.
Ahora, el arzobispado de Buenos Aires y el gobierno nacional analizan encarar un proyecto para detectar las fallas del edificio y luego de evaluar la situación del mismo, poder avanzar en la puesta en valor.
Susana Espósito
