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Halloween también se festeja en Buenos Aires
El 31 de octubre, al igual que en Estados Unidos, se celebró en Buenos Aires la noche de Halloween o noche de brujas, una fiesta de disfraces de origen céltico.
Esta herencia celta, cuyo pueblo se estableció en el área ahora conocida como Irlanda alrededor del 1400 antes de Cristo, es una de las tradiciones de su cultura que ha logrado traspasar las barreras del tiempo y el espacio, ya que se celebra actualmente en todo el mundo.
Por entonces, conmemoraban durante esa noche la llegada del año nuevo celta con miedo a que los espíritus retomasen su apariencia física, para lo que colocaban calaveras y otro objetos en sus viviendas con el objetivo de ahuyentarlos.
Aunque aquí no se hace, en otros países, millones de niños recorren esa noche las calles de las ciudades y pueblos, yendo de casa en casa en busca de golosinas. El eslogan es "o golosina, o broma".
Y claro, los niños regresan , después del recorrido, con un cargamento de caramelos que puede durar el año entero.
Aquí, adaptándose a los tiempos que corren y adoptando tomando esta costumbre importada, pueden verse algunos locales, restaurantes e incluso en algunos colegios, que decoran vidrieras y paredes con telarañas, calaveras e incluso las típicas calabazas, a modo de fanal, con velas en su interior, que dan un aspecto tenebroso y acorde al festejo.
Conozca Buenos Aires, fue consultada por estudiantes de TEA (escuela de Periodismo) porque en esta semana, transmitieron en un programa de radio por Internet, creado por ellos, acerca del barrio de Recoleta, donde conviven la vida y la muerte, presente en el Cementerio y lógicamente la gran curiosidad que despierta esta ambivalencia y la pregunta fue sobre fantasmas y preparativos para Halloween, pensando que en este barrio, tal vez se juegue un poco con esas leyendas urbanas de fantasmas, que a todo el mundo atrapan.
Lo cierto es que los fantasmas no existen pero para este festejo, todos pueden recurrir a algún disfraz que los haga parecer como tales y tal vez, aquellos que tomen unos tragos de más, aseguren haberlos visto de verdad y se generen nuevos mitos.
Texto: Susana Espósito
Fecha de publicación 02/11/07
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