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Y hablando de plazas...
qué difícil es conformar a todos
Desde hace varios meses se está trabajando en la recuperación de las plazas, debido a que durante mucho tiempo no se habían realizado tareas de mantenimiento y en algunas de ellas, actos vandálicos las dejaron en ruinas.
La plaza fue siempre el lugar al aire libre por excelencia, donde se podía ver jugar a los chicos, descansar a los ancianos y prodigarse mimos a las parejitas de enamorados. Con el tiempo se convirtieron en guaridas para rateros, refugio de gente sin hogar, el ámbito para drogarse, el escenario donde se descargan las broncas y la violencia de los grupos de manifestantes y como si fuera poco... el lugar preferido para que los perros dejen "su regalito".
Buenos Aires se está preparando para el Centenario, como una novia para su casamiento. La pretensión es que esté más bella de lo que es, e impecable y con respecto a las plazas, se consideró necesario enrejarlas, como única manera de protegerlas.
Si prestamos atención a las opiniones de la gente, nos damos cuenta de lo difícil que es conformar a todo el mundo. Algunos consideran que es una medida antidemocrática, ya que los espacios públicos deben ser de libre acceso y esa reja intimida y nos deja afuera. Incluso, en algunos barrios, como Colegiales, han pintado su desagrado con frases como "Plazas sin rejas" y otras ordenando que las retiren.
En otros barrios, hubo plazas que fueron recuperadas y por la falta de la reja, al poco tiempo estaban nuevamente destruidas, lo que motivó el pedido de los vecinos para que se coloque el enrejado.
Estas opiniones a favor y en contra no existirían si tuviéramos la educación y el respeto necesario para cuidar de esos espacios y concientizar a quienes no lo hacen, haciéndoles saber que la plaza no es el lugar adecuado para arrojar papeles, para dejar que el perro haga sus necesidades, que las flores deben quedarse allí y no cortarlas, que la inspiración puede manifestarse en una hoja de papel donde escribir un pensamiento y dárselo a quien se le dedica, en lugar de escribir los monumentos o despojarlos de sus placas.
Con educación y buena voluntad, las plazas se verían mejor y no necesitarían rejas, pero falta tanto de las dos cosas.....
Qué difícil es conformar a todos !!!
Texto y foto: Susana Espósito
Fecha de publicación 28/04/07
