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De los mosquitos a las ratas
Los porteños estamos hechos de una pasta especial y parece que día a día aparecen nuevos obstáculos que nos siguen poniendo a prueba: corralitos, piquetes, inclemencias del tiempo que hacen estragos (granizo, inundaciones), inseguridad, secuestros, asaltos, motochorros, apagones, paros de los transportes, inseguridad para viajar en avión, los mosquitos y el dengue y como si fuera poco, ahora también rataaaaaaaaassssss.
Generalmente, cuando hacemos visitas guiadas del Cementerio de Recoleta, los turistas se asombran y nos preguntan acerca de la cantidad de gatos que hay en el lugar y según dicen los cuidadores... debido a la cantidad de restaurantes, la feria y los puestos de panchos y otras vituallas, son tantos los desperdicios que terminan en bolsas generalmente desvencijadas y con todo desparramado, que eso genera la aparición de ratas, motivo por el cual, los gatos pueden ser una de las soluciones para contrarrestar.
También en la plaza San Martín, he visto con mis propios ojos, ratas paseanderas de tamaño considerable que cruzan de un cantero a otro y ahora, ocurre lo mismo en la Costanera Norte, sobre la avenida Rafael Obligado, en la zona de restaurantes, donde abundan los roedores que por la noche se alimentan de los desechos de comida de los puestos callejeros y dichos restaurantes, y residuos que dejan los que van a pescar.
Debido a este grave problema, la Subsecretaría de Política y Gestión Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, junto con la Fundación Mundo Sano y especialistas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), hace días comenzó un programa para tratar de combatir el problema, que se extenderá hasta septiembre, para hacer además, estudios acerca de las enfermedades que estos animales pueden transmitir.
En la primera etapa de la desratización se cuantificará la población de roedores y se los combatirá mediante la colocación de cebos, mientras que, luego, se colocarán cebaderas y se comprobarán los resultados.
Los puntos más críticos son la plazoleta que está frente al acceso al Aeroparque, los lugares cercanos a Punta Carrasco y el otro extremo, próximo a Ciudad Universitaria.
El programa de desratización en la Costanera Norte incluirá, también, charlas con los puesteros para que tomen conciencia de la necesidad de mantener los residuos fuera del alcance de los roedores y extremar las medidas en cuanto a los desperdicios que generan. Y se repetirá en la Costanera Sur, puesto que allí también se denunció la presencia de roedores.
Texto y fotos: Susana Espósito
Fecha de publicación 01/06/07
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