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Los 150 años de los ferrocarriles argentinos

El evento se realizará entre el 30 de agosto y el 4 de septiembre, en el predio ferial de la Sociedad Rural Argentina, en el barrio de Palermo.

Para festejarlo se podrá viajar por Buenos Aires en una locomotora a vapor de 1890 y otros tres coches de época recuperados, reviviendo un momento de nuestra historia que ha sido muy importante.

Se expondrá también material histórico junto con las más modernas máquinas en una exhibición libre y gratuita que se hará en el marco del Congreso.

Serán cinco jornadas durante las que se realizarán conferencias y presentaciones de trabajos técnicos sobre la actividad y expondrán empresas del sector.

Los asistentes también podrán ver equipos que hicieron la historia del ferrocarril en nuestro país.

El objetivo principal del Congreso es estrechar lazos técnicos y de tecnología aplicada en las áreas de la actividad ferroviaria, tendientes a plantear las estrategias para la modernización del sistema ferroviario en la región.

Será un paseo para que disfruten las familias, apreciando parte de trenes históricos recuperados, como "La Porteña" -la primera locomotora que recorrió la Ciudad- o el primer subte que corrió en Buenos Aires, junto a las últimas tecnologías como son el coche de doble piso, el más modernizado coche de trocha angosta o los subtes que correrán en los próximos meses.

Un poco de Historia:
El 29 de agosto de 1857 partía desde la pequeña estación cabecera "Plaza del Parque", antiguamente espacio conocido como "El hueco de "Zamudio", donde hoy se encuentra Plaza Lavalle, en Capital Federal con un recorrido de 9,8 km. la locomotora "La Porteña" , que finalizaba el trayecto en la estación terminal "La Floresta".
La Porteña era conducida por el Ingeniero Jonn Allan, quien había sido contratado por la S.A. del Camino del Hierro al Oeste, para participar en la edificación de la primera línea férrea. El transporte era utilizado solamente para pasajeros en las primeras épocas, cuando las distancias eran recorridas por mensajerías y carretas que tardaban mucho tiempo y luego, gracias al ferrocarril, se redujeron notablemente.

Texto: Susana Espósito
Fecha de publicación 17/08/07