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Martiniano Arce y “su mundo fileteado”

Hace seis años le hicimos una entrevista a Martiniano Arce, El fileteador de Buenos Aires, (ver) estaba a punto de presentar su libro “El arte del Filete”, en el Hotel Intercontinental y fue un éxito, ya que es el mejor libro en la especialidad del fileteado.

Después de tanto tiempo y recordando siempre aquella primera nota, que tanto placer nos dio hacerle, volvimos a visitarlo porque siempre tiene mucho para contar y sobre todo mucho trabajo para mostrar.

La tarde lluviosa y un tránsito atascado que saboteaba nuestra puntualidad. Al llegar nos recibió Susana, o "Pipi" como amorosamente llama Martiniano a su esposa. Ingresar a su casa fue encontrarse con el mundo colorido del filete y un aroma a budín que invadía los ambientes y nos recibía con tanta hospitalidad.

Allí arriba, nos esperaba el maestro, con su sonrisa, dándonos la bienvenida.

Es imposible hacer una entrevista formal, ya que todo surge espontáneamente y aparecen las respuestas de todo lo que queremos saber, sin preguntar. Mientras conversamos, posa naturalmente para las fotos.

Hace cuatro meses que no sale de su casa porque tiene que pintar, dice que él se debe a eso y para pintar hace falta tiempo, entonces, simpáticamente nos pregunta: "no saben dónde venden tiempo?".

Martiniano no para nunca, descartó las salidas, el encuentro con amigos, no recibe a mucha gente porque como él dice: "el tiempo se pianta". Además está satisfecho porque todo ese tipo de cosas ya las hizo y ahora su mayor deseo es pintar, para dejar testimonio en esta vida, que no es fácil para nadie, por eso agrega que no extraña absolutamente nada. Al dedicarse solo a pintar, siente que se despiertan nuevas percepciones.

Cuenta que cuando era jóven disfrutó de todo y al casarse, se asentó, gracias a la mujer que lo acompaña desde hace 40 años y a quien define como una fina poeta, con la que se llevan muy bien. “Cuando uno está enamorado no ve los defectos, no ve nada, se acuesta y se levanta pensando en esa mujer”.

Martiniano se define como una persona que lleva una vida frugal en la comida, en el vestir. Es muy espiritual, su día comienza agradeciendo a Dios, cuando se levanta, haciendo sus oraciones. Toma mate, escucha música clásica y pinta. Si el día es húmedo y no le permite pintar, dibuja. "Aprovecho al máximo las posibilidades que Dios me da".

"A Dios se agradece, no se le pide, se le ama, no se le teme".

"Yo agradezco hasta a los enemigos, porque también le ayudan a uno a mejorar, son los que tal vez te digan, ese cuadro está mal, ese color es feo y los amigos no dicen eso”.

Ahora está trabajando obras grandes, de 2 metros por 1.60. Una de ellas es un autorretrato, donde se lo ve con su sombrero tanguero y su paleta y pinceles de pintor.

Nos dice que él no compite con nadie, porque todos pueden ser buenos y cada uno tiene su impronta personal y da un ejemplo: "Es como comparar a Maradona con Messi, son distintos y los dos son buenos".

Qué opina de las mujeres fileteadoras?

“Ahora hay varias y me parece fantástico. No es que antes se discriminaba a la mujer, sino que antes había fábricas de carrocerías y eran todos hombres, no podía ir una mujer ahí. El filete de caballete es diferente porque se puede exponer en cualquier lugar del mundo” responde Arce.

El aconsejaría a las chicas que no se apuren a exponer, primero hay que dibujar bien y tener conducta si quieren hacerlo realmente bien, porque no se puede pintar dos veces por semana y ser una gran artista, hay que dedicar todos los días y mucho tiempo. “Hay que pintar por amor al arte, que es la verdadera forma de encarar el arte. Cada uno en lo que hace tiene que apuntar a la excelencia, hay que ser virtuoso, por qué no hacerlo?”

Siempre en medio de la charla, el buen humor está presente, porque como él dice, hay que vivir con buen humor. Ese tal vez sea el secreto que le permite vivir bien, porque según dice, ni siquiera va al médico. Simplemente pide a Dios y se hace el milagro, Martiniano cree en los milagros.

"Yo tomo la vida un poco jugando y no me ha ido mal, en ningún sentido".

Le gustan los niños, sabe captarlos y recibe de ellos muchas manifestaciones de afecto. Contó una anécdota muy simpática, cuando un grupo de chiquitos de jardín de infantes fue a visitar su atellier. Martiniano los esperaba arriba y ni bien subieron, les dijo que no se podía tocar nada y si se portaban mal, los iba a poner en penitencia adentro del ataúd. Pipi les repartió alfajores y Martiniano les dijo que ahí no se ensuciaba. Se quedaron todos serios, se portaban bien y luego Arce comenzó a jugar y reirse con ellos. Al finalizar la visita, todas las manitos de los chicos lo saludaban desde el ómnibus y el maestro lo recuerda con gran cariño. "Yo sé llevar a los chicos, es fácil conquistarlos".

La pintura es su gran pasión, pero además le gusta la Opera, manifestó su admiración por María Callas, también disfruta de la literatura, en un momento citó un poema de Alfonsina Storni, rescató algunas frases del libro Pensamientos, de Pascal: "Qué vanidad la de la pintura cuyos originales no nos admiran", "Somos tan vanos que la estima de cinco o seis personas que nos rodean nos agrada y nos contenta".

“Hay que vivir bien y morir bien también. No hay que temer a la muerte, todas las noches cuando vamos a dormir, morimos y al otro día volvemos a nacer, nace un nuevo día, "amanece que no es poco" y uno siente que puede ver, caminar, está contento, tiene una mujer cariñosa, que es muy importante porque sin una mujer al lado, el hombre no puede ser perfecto”.

Para Martiniano, la muerte no es tabú. Con su mujer han hablado varias veces acerca de qué va a hacer cada uno si muere el otro. Vuelve a poner su cuota de humor y nos dice:

"Yo no le hago más regalos a Pipi, porque la vez pasada le regalé el ataúd y no lo usó nunca, a vos te parece???"

Es sabido que fileteó su propio ataúd y el de su esposa, por eso también le preguntamos si pensó en el sepulcro y respondió afirmativamente. A él le gusta la tierra porque es más natural, prefiere seguir siendo útil con el cuerpo que deja, convertirse en humus que abona la tierra, de la que nacen flores, alimentan a los pájaros. No quiere ser enterrado con el ataúd, prefiere ir directamente a la tierra. "El ataúd es para la última exposición, se ubicará casi en forma vertical para que se vea el rostro”. “No hace falta llevar flores, todo pasa, todo se olvida, solo queda el recuerdo de lo bueno que uno deja".

Con gran imaginación, dice que partirá en una nave astral que está preparada para cuando llegue el día, junto a todas las personas que él quiere y a las que invita. Lo ve como un premio porque siente que hace las cosas lo mejor que puede. "No hago nada que no deba".

Qué desea que se haga con todas sus obras cuando ya no esté?

"Varias cosas, porque no sabemos cuándo partimos. La idea es hacer un gran Museo, pero como lleva mucho tiempo, por ahora prefiero seguir pintando y cuando parta para el gran silencio, que se arreglen los que queden", dijo sonriendo.

Le preguntamos cómo fue su relación con Berni?

“Con Antonio nos conocimos en Exposhow y me dijo: “algún día vamos a trabajar juntos” y un día me tocó el timbre y apareció en mi casa”.

"Juntos hicimos obras de 2m x2 m, en tela y temas como por ejemplo: una pareja pobre, sentada en la puerta, un papel con un poquito de comida y un cartel donde decía, "Compro oro y piedras preciosas". El hacía las figuras y yo el resto. Nos pasábamos los días acá pintando. Después de comer, le gustaba recostarse un ratito en ese sillón" (justo en el que estaba sentada yo).

Berni decía: "El que pinta bien un pie, una nube y el follaje de un árbol, sabe pintar". "Una línea divide la tela, hay que pintar en grande, no se vende, pero se ve".

Le hizo un retrato precioso a la mujer de Martiniano. Berni trabajaba en silencio y alababa a Pipi, que hizo de modelo, porque se quedaba quieta, mientras escribía poemas y él la retrataba.

"Era un hombre simple, para fin de año aparecía con un pan dulce y una botella de sidra para brindar con nosotros".

Contó que una vez fueron ambos al cine con sus esposas y al salir, Berni dijo de ir a su casa a comer pollo con arroz. Al entrar a la casa, había un caballete con un cuadro y Berni se quedó mirándolo, tomó su paleta y comenzó a retocarlo, hasta que llegó su esposa y le pidió que fuera a sacarse la ropa de pasear, él se rió y fue a cambiarse. Un hombre simple, sin excentricidades que disfrutaba pintando largas horas.

Una semana antes de que falleciera Berni, estaban preparando junto con Arce, un mural para poner en el Hotel Panamericano. "Era un paisaje en el que nos habíamos puesto de acuerdo para hacer, uno la parte de arriba y otro la parte inferior. Con Berni nunca hablábamos de dinero".

Hicimos un corte para tomar un riquísimo café que sirvió Pipi, con algunas dulzuras, que acompañaron nuestra charla amena, entre los coloridos cuadros que nos hacían olvidar la tarde gris y lluviosa.

Le preguntamos si sus creaciones eran realizadas a mano alzada o primero dibujaba y luego pintaba.

No, no, yo tengo una idea previa y a mi me salen fácil las cosas.

Martiniano también hizo el fileteado de un vestido blanco, de seda, que lució Susana Giménez en la tapa de su revista, para el Bicentenario de la Revolución de Mayo. Aunque no había realizado ese tipo de trabajo, en dos días aprendió solo, a utilizar la pintura sobre seda y lo hizo. Quedó precioso.

También participó en intervenciones solidarias, hizo un caballo para la muestra “Caballos en Libertad” en 2005, una vaca para “Cow Parade” en 2006 (fue comprada por Costantini) y también pintó un corazón, para “Corazones Vivos” en 2006.

El broche de oro para nosotros fue recibir como regalo el libro de Martiniano y otro libro de poemas de su esposa, "El devenir de los días", ambos con una cariñosa dedicatoria acompañada de un dibujo del maestro.

Con la humildad de los grandes artistas y la sencillez de las personas de bien, compartieron con nosotros una tarde que nos permitió conocer un poco más el arte del filete porteño, en el que expresa su sentir con pinceladas que dan vida a sus obras.

Notas relacionadas: Entrevista realizada en 2006


Susana Espósito - Nota publicada el: 24/09/12 - (Cantidad de caracteres:10.097)



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