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    La caridad bien entendida empieza por casa

    En una nota publicada en el diario La Nación, dice que Buenos Aires se ha consolidado, en los últimos cinco años, como la ciudad imán para los jóvenes provenientes de otros países que llegan a estudiar y trabajar aquí. ¿Por qué? porque ven como un gran beneficio estudiar gratis.

    Entre 2011 y 2014, según un informe de la UBA, la cifra de alumnos extranjeros trepó de 7000 a 12.000, mientras que en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) la cantidad de estudiantes foráneos subió a un ritmo del 20% anual desde 2004.

    Consultados algunos de estos alumnos, acerca del por qué eligieron Buenos Aires, por ejemplo, algunos colombianos dicen que en su país, la educación no es una política de Estado prioritaria; entonces, estudiar es súper costoso. Agregan que además de aprovechar la gratuidad que ofrece el sistema educativo argentino, el valor agregado es el reconocimiento extra que les otorga estudiar en la UBA.

    Lo mismo ocurre con venezolanos, ecuatorianos, peruanos y otras nacionalidades. Sin embargo, también algunos de esos estudiantes, agregan que aunque tienen ese beneficio y trabajan para mantenerse económicamente en puestos que no son de su agrado, también sienten que algunas cosas que vivencian "les hace notar que no son de aquí".

    Yo me pregunto: en el caso contrario, si los argentinos quisiéramos estudiar en algunos de esos países, ¿nos darían los mismos beneficios? La respuesta creo que todos la sabemos. Hay muchas trabas y requisitos que por cierto no tienen esa reciprocidad.

    Un alumno ecuatoriano expresó acerca de sus estudios en Buenos Aires: " Fueron dos años hermosos, pero pretendo volver a Ecuador. Extraño comer ranas con mi familia". Luego dijo que apenas termine la carrera, estudiará inglés para poder subirse a un avión lo antes posible; mientras tanto, Buenos Aires le abre sus puertas.

    ¿Es lógico brindar capacitación gratuita para que luego regresen a sus países? ¿No sería más lógico que al menos tengan el compromiso de trabajar al menos dos años en Buenos Aires, para retribuir los conocimientos adquiridos???

    Lo cierto es que también se les quita vacantes a los argentinos, que en más de una oportunidad, cuando se va a inscribir, no encuentran un lugar. Asimismo, ocurre con las residencias en hospitales, y quien escribe esta nota da fe de eso, la mayoría de los puestos están ocupados por médicos residentes de otras nacionalidades.

    Teniendo en cuenta que dentro de poco asumirá otro gobierno, sería importante hacer una revisión de esto, como así también de otros servicios que se ofrecen en forma gratuita a los turistas. Hay que pensar que cuando nosotros viajamos no nos dan esas posibilidades y hay que pagar hasta para entrar a una iglesia o utilizar un baño. El pago de una entrada, un bono contribución o los servicios a un guía, son una manera de reunir dinero para el mantenimiento de ciertos edificios o el ingreso de quienes trabajan en esa profesión y se ven sometidos a una competencia desleal que se produce entre lo gratuito y lo arancelado, en desventaja de esta opción. Lo que incluso resulta más molesto es que esas visitas guiadas gratuitas no son tan así, las pagamos todos con nuestros impuestos. Sería bastante más justo que al menos se les cobre a los extranjeros.

    La caridad bien entendida empieza por casa!!!


    Susana Espósito - Noticia publicada el: Jueves 12/11/15 - (Cantidad de caracteres: 3321)




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