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Antiguas y sanas costumbres

Una de las costumbres que se han perdido y sería interesante recuperar, es el ahorro. Los que tenemos más de cincuenta años, recordamos que en las escuelas nos inculcaban que "el ahorro es la base de la fortuna" y por eso, nos tramitaban una libreta de ahorro postal.

La Caja Nacional de Ahorro Postal fue una entidad financiera argentina creada el 5 de abril de 1915, durante el gobierno del presidente Victorino de la Plaza, con la finalidad de fomentar el hábito del ahorro. Para ello, existía la libreta de ahorro, que fue utilizada para depositar los ahorros de muchísimos niños argentinos por aquella época, puesto que permitía ahorrar pequeñas sumas de dinero comprando estampillas que se pegaban en la libreta, y que eran admitidas por la entidad como valores en depósito.

Los niños podían adquirir estampillas incluso en la escuela donde concurrian, y se pegaban en una hoja grande que se doblaba para poderse llevar. Cuando se llenaba la hoja, se concurría al Correo o a cualquier sede de la Caja y cambiaban esa hoja por una estampilla con el valor del importe de esa hoja, que colocaban en la libreta, lo firmaban y sellaban, sumando ese importe al importe que se tenía depositado.

También existían las publicaciones de la Caja de Ahorro, que se volvieron masivas; enseñaban a organizar el presupuesto familiar. Durante esa época y gracias a la bonanza económica miles de niños de la República Argentina utilizaban la libreta de la Caja Nacional de Ahorro Postal para realizar sus ahorros.

En 1973, pasó a denominarse Caja Nacional de Ahorro y Seguro, conservando esta denominación hasta que fue privatizada en 1994, y actualmente se denomina Caja de Ahorro y Seguro S.A. pero se dedica exclusivamente a la comercialización de seguros generales, de vida, de retiro, y como Administradora de Riesgos del Trabajo (ART).

Otra manera de ahorrar unos pesitos era usando una alcancía. Generalmente, era un chancho de cerámica, con una hendidura por donde se podían meter monedas y de vez en cuando, algún billetito bien doblado. Cuando el chancho estaba pesado, porque estaba lleno, para utilizar el dinero ahorrado, había que romperlo y entonces descubrir cuánto se había atesorado.

Según el diccionario etimológico de la lengua castellana, el sustantivo alcancía viene probablemente del árabe vulgar kanzîya, que es un adjetivo femenino derivado de kanz, que significa ‘tesoro escondido’. Como es típico en los arabismos castellanos, alcancía lleva incorporado el artículo árabe (la sílaba al- por la que comienza) y viene a significar algo así como ‘la del tesoro escondido’. Efectivamente, la alcancía encerraba algunos pequeños tesoros.

Actualmente, muchos chicos no le dan valor a las cosas, tal vez porque al trabajar ambos padres, pueden darles una calidad de vida y mucho más de lo que realmente necesitan, por eso, es importante enseñarles el valor del dinero, lo mucho que cuesta ganarlo y para eso, es interesante que los mismos padres sean quienes les enseñen esos valores e incentivarlos a ahorrar, porque seguramente, en el futuro sabrán administrar mejor su presupuesto y qué hacer cuando disponen de un sobrante (si lo hay), ahorrarlo y disponer de ese dinero para utilizarlo en algo importante: cambiar la vivienda, comprar un auto, disfrutar de un viaje.

Vale la pena recordar que las buenas costumbres no pasan de moda y esta es una de ellas que podríamos reflotar.


Susana Espósito - Noticia publicada el: Jueves 14/05/15 - (Cantidad de caracteres: 3412)




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