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Restauración de obras en el Quinquela Martín

En el Museo Benito Quinquela Martín, situado en el barrio de La Boca, un equipo de restauradores comenzará con las obras de restauración y recuperación de 12 obras que se encuentran en muy mal estado, además de los mascarones de proa.

Víctor Fernández, actual director del museo pidió ayuda al prestigioso Taller de Restauro de Arte (Tarea) del Instituto de Investigaciones sobre el Patrimonio Cultural de la Universidad de San Martín y finalmente la obtuvo. La firma de un convenio entre ambas instituciones está en marcha y, con él, algunas de las obras en peligro podrían recuperarse y volver a las salas.

Fernández informó que además se está terminando de instalar un sistema de climatización del museo-casa, cuyo déficit se considera uno de los factores principales para el deterioro de las obras exhibidas.

Algunas de las piezas que serán intervenidas presentan suciedad superficial y de barniz, craqueladuras, faltantes de capas de pintura y en algunos casos, los soportes están deformados.

El Museo Benito Quinquela Martín fue creado por el recordado pintor que le da su nombre. La historia de este Museo comienza el 1º de abril de 1933, cuando Quinquela ofreció al presidente del Consejo Nacional de Educación, donar un terreno de su propiedad para que se construyera en él un edificio de tres pisos. La planta baja y el primero destinados a una escuela primaria diurna y nocturna, el segundo para el Museo de Artistas Argentinos y el tercero para su vivienda y taller.

Quinquela Martín aportó dieciocho pinturas murales, que realizó gratuitamente en el interior del edificio, las que ocupan todo el ancho del frente de cada aula, sobre los pizarrones, de modo que los niños pueden educar su sentimiento artístico. Dos años más tarde, abrió sus puertas en el mismo edificio, el Museo de Artistas Argentinos. Rigieron dos condiciones de admisión: que fueran argentinos y su arte figurativo. Podemos encontrar obras de Eduardo Sívori, Spilimbergo, Lacámera, Juan Carlos Castagnino, Fernando Fader y obviamente de Benito Quinquela Martín.

En el segundo piso hay una sala dedicada a los mascarones de proa. Dieciocho mascarones rescatados por el maestro pintor en los ocultos rincones de los antiguos desarmaderos de barcos.

Este es uno de los Museos más visitados de la ciudad. Se estima que en 2014, han pasado por allí unas 60 mil personas y 40 mil de las mismas fueron estudiantes.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Lunes 22/06/15 - (Cantidad de caracteres: 2427)