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    Respetar los derechos de todos

    Así como existen hoteles y restaurantes que aceptan mascotas, también algunas aerolíneas permiten que viajen en la cabina, y ahora, Sbase (Subterráneos de Buenos Aires) realizará una encuesta a los vecinos, para saber si están a favor o no de permitir que también puedan viajar en subte.

    Por el momento es solo un proyecto que está en evaluación y la opinión de los vecinos dará la pauta que permita saber si prosperará o no. Para que los pasajeros puedan viajar con sus mascotas restan definir muchos puntos.

    El subsecretario de Comunicación del gobierno porteño, Federico Di Benedetto, anunció que los viajes con mascotas en el subte se permitirían los fines de semana y feriados, y con algunas restricciones relativas al tamaño de los animales y su forma de traslado.

    Ser pet friendly es mucho más que admitir animales en lugares que son exclusivamente para uso humano, ya que hay personas que pueden querer a los animalitos pero son alérgicas y no pueden compartir espacios con ellos. También existe la posibilidad de una mordedura, ya que muchas veces los animalitos, en lugares donde hay muchas personas, pueden sentirse amenazados y reaccionar mal.

    Hace algunos años, quien escribe esta nota, volvía en avión desde Madrid y una persona llevaba, en la fila central del avión, un perrito en una jaula. Al llegar la cena, sacó al cachorro, lo sentó en su falda y le daba comida y jugo de naranja. Al apagarse las luces para que los pasajeros pudieran dormir, el perrito bajó de la falda de su dueña y fue a defecar al lado del pie del pasajero sentado detrás, quien reaccionó dándole una patada al perro, que salió corriendo y generó un escándalo en el avión. Conclusión: la azafata debiendo limpiar la caca, echando desodorante por el olor y la gente que inevitablemente, vio interrumpido su sueño por ese episodio.

    ¿Qué hubiese pasado si el perro mordía a un pasajero? ¿Por qué las personas, que pagan una suma de dinero importante por su pasaje, deben soportar 13 horas de viaje al lado de un animal? ¿Es lógico? ¿Dónde están los derechos de la mayoría de los que viajan?

    También es común ver en confiterías paquetas, señoras que toman el té y sientan a sus perritos en una silla a su lado. Por más bañadito y vaporoso que sea el animal, tienen las patitas sucias de transitar las calles y además pueden tener parásitos. Si luego viene una criatura con pollerita corta y se sienta en esa misma silla, apoya su cola en el mismo lugar donde estuvo el perro y puede contagiarse.

    ¿Es para pensarlo, no? No sea cosa que seamos gay friendly, pet friendly y nos olvidemos de ser citizen friendly.


    Susana Espósito - Noticia publicada el: Lunes 03/10/16 - (Cantidad de caracteres: 2619)




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