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    Restauración y puesta en valor
    de la Iglesia Santa Felicitas

    La Iglesia de Santa Felicitas, con entrada por la calle Isabel la Católica 520, en el barrio de Barracas, fue mandada a construir por los padres de Felicitas Guerrero para recordar a su hija, protagonista de una historia de amor con final trágico. Proyectada por el arquitecto Ernesto Bunge, fue inaugurada el 30 de enero de 1876.

    El templo fue cedido en donación a la ex Municipalidad de Buenos Aires en agosto de 1993.

    Iglesia Santa Felicitas, arquitecto Bunge

    El paso del tiempo hizo que la iglesia sufriera un importante deterioro y según algunos vecinos, ese deterioro se debe a la indiferencia de la Curia, porque argumentaba que el templo pertenece al Gobierno de la Ciudad y a su vez, según esos dichos, al Gobierno, que la heredó, no le interesa tener una Iglesia. Sin embargo, ahora será restaurada y puesta en valor, gracias a un presupuesto de quince millones de pesos aportados por los sectores público y privado.

    Se estima que en el mes de noviembre próximo comenzarían las obras. Así lo informó la presidente de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, Teresa de Anchorena, aunque lo que no dio a conocer es quiénes aportaron esos fondos. Las obras se realizarían en aproximadamente ocho meses.

    El proyecto de esta primera etapa comprende solamente la restauración de la fachada de la calle Pinzón, la que presenta la mayor cantidad de patologías edilicias, ya que hace unos años, se había reparado la fachada principal, con un aporte de la comunidad alemana residente en la argentina. La intención es que el templo recupere la expresión material original con revoques en distintos tonos.

    La iglesia tuvo varias intervenciones parciales, pero ninguna integral. En 2016, el gobierno de la ciudad realizó la adecuación del sistema eléctrico existente. Sin embargo, falta restaurar algunas de las arañas históricas, que en numerosos caireles de cristal aún conservan sus tubos de gas de carburo. Asimismo, resta iluminar la fachada para que se destaquen sus dos esbeltas torres con reminiscencias neobizantinas y neorrománicas, pero ninguna de estas obras está prevista en esta instancia.

    El presupuesto contempla los arreglos del sistema pluvial, de un total de cuatro desagües, para evitar filtraciones desde los techos. "Los trabajos se realizarán primero en el exterior para proteger el interior", explicó Mariana Quiroga, arquitecta de la Comisión de Monumentos. Hay humedades ascendentes y descendentes, así como faltantes de revoques, tanto fuera como dentro del templo, daños que afectaron a las pinturas decorativas interiores. Si bien en 2004 los Dörfler, expertos en techos, se encargaron de las cubiertas de pizarras y zinc de las naves, la cúpula central y la sacristía, y se detuvo el ingreso de agua, resta resolver con urgencia la reparación de los desagües.

    La Iglesia de Santa Felicitas está incluida actualmente en el listado de bienes valiosos de las ciudades de Buenos Aires y La Plata, que esperan ser declarados patrimonio de la humanidad por las Naciones Unidas.

    La fachada presenta dos torres laterales y en la parte central, un cristo parece recibir a los feligreses con los brazos abiertos. El reloj inglés de la firma John Moore and Sons de 1873, originario de Clerkenwell. En los jardines aledaños existe una reproducción de la Gruta de Lourdes, obra dirigida por el ingeniero G. Kreutzer.

    Al ingresar, en el nártex, se encuentran dos fantásticas esculturas, realizadas en mármol de Carrara blanco. Sobre el lado derecho, la de Martín de Alzaga, quien se había casado con Felicitas Guerrero y sobre el lateral izquierdo, la escultura de Felicitas, abrazando por la cintura a su hijo Félix, fallecido a los 6 años.

    El interior del templo es de una sola nave con crucero y cúpula. Está decorado con pinturas, mármoles y estucos, además de poseer unos fabulosos vitrales de orígen francés y el piso realizado en mosaicos españoles. La bóveda del crucero ha sido decorada con escenas simbólicas en la que resaltan los dorados a la hoja. El altar mayor, los laterales y el púlpito son de mampostería policromada. En los cuatro ángulos del crucero se encuentran las imágenes de los Apóstoles.

    En el Altar Mayor está la imagen de Nuestra Señora del Rosario, en el lateral izquierdo la imagen de Santa Felicitas mártir que fue sacrificada junto a los siete hijos. En el altar lateral derecho se halla la imagen de San Martín de Tours, patrono de la ciudad de Buenos Aires.

    Las lámparas del templo, con numerosos caireles de cristal aún conservan sus tubos de gas de carburo.

    En la antesacristía se pueden ver los bustos de los donantes: Doña Felicitas Cueto de Guerrero y Don Carlos J. Guerrero.


    Susana Espósito - Noticia publicada el: Miércoles 07/08/19 - (Cantidad de caracteres: 4667)




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