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    Quiénes fueron Abelardo y Eloísa a quien canta Sabina

    Los amantes de Joaquín Sabina, se preguntaron alguna vez ¿quiénes son Abelardo y Eloísa, a quienes nombra en su tema "Pájaros de Portugal"?

    Quienes conocen la triste y romántica historia de Abelardo y Eloísa, ambos nacidos en Francia, suelen relacionar esa canción con ellos, pero algo no encaja, ya que Sabina habla de “Pájaros de Portugal” y la realidad es que este tema surgió a raíz de una noticia que tuvo en vilo a España, cuando dos adolescentes se escaparon de sus casas –tal como hicieron “Abelardo” y “Eloísa”– una fuga romántica ideada por el niño, que quería conocer el mar junto con su enamorada y aparecieron tres días después.

    Lo cierto es que al leer la noticia, Sabina se inspiró y creó la canción, la historia de los chicos pero cambiando el escenario (en lugar de Tarragona donde ocurrió, eligió Portugal) y basándose en la verdadera historia de Abelardo y Eloísa, con la que el cantautor relacionó la misma.

    La verdadera historia de Abelardo y Eloísa, que nada tiene que ver con la canción es la siguiente:

    Abelardo (Pierre Abélard) nació el 29 de junio 1079, en Palais, Francia. Su padre, era una persona culta e ilustre que supo hacerse cargo de la educación de su hijo y sus hermanos.

    Siendo muy joven, Abelardo fue destinado a la carrera militar, que luego abandono por su pasión por el estudio. Cultivó todos los saberes de su tiempo, incluyendo la música y el canto. Fue por el estudio que renunció tanto a su herencia como a su primogenitura.

    A los 20 años, Abelardo se marchó a París, dedicándose a la filosofía. Estableció una escuela en la colina de Santa Genoveva y a la misma atrajo a una gran multitud de alumnos de los que mereció profundo respeto. Años más tarde, sus obras “De trinitate” y su Introducción a la teología, despertarían grandes polémicas y serían condenadas por la Iglesia Romana.

    Tuvo su primera escuela en Melun y en Corbeil para regresar a los 25 años a París, donde se entregó plenamente al debate filosófico. Abelardo se hizo discípulo de Anselmo para aprender teología. Luego comenzó a debatir con su maestro, al que venció en una discusión pública, quedándose así con todos sus discípulos. La soberbia de Abelardo despertó como consecuencia de su constancia en el estudio y su habilidad retórica.

    Eloisa (Héloïse d'Argenteuil ) nació el 1° de diciembre de 1092, en Montlhery y falleció el 16 de mayo de 1164 en Quincey. Era una bella joven de talento excepcional, sobrina de Fulberto, canónigo de París.

    Abelardo vivía en casa de Fulberto y conoció a Eloísa cuando tenía 17 años. La sedujo bajo el pretexto de cultivar su formación filósofica. “Encendido de amor, busqué ocasión de acercarme a Eloísa y en consecuencia, tracé mi plan.”, decía Abelardo en una epístola dirigida a uno de sus amigos.

    Cuando Eloísa quedó embarazada, Aberlardo decidió raptarla para conducirla a Bretaña. Allí, dio a luz un niño, en la casa de la hermana de su amante, pero cuando Abelardo regresó a París, Fulberto lo esperaba para ejecutar su venganza: sus emisarios mutilarían sin más al seductor de su sobrina.

    Eloísa, sin otra alternativa, tomaría los hábitos en el convento de Argenteuil y Abelardo, ingresaría en el convento de Saint-Denis. Aunque éste, más adelante, abandonaría el claustro para dedicarse nuevamente a la enseñanza y al debate filosófico, aumentando su fama y con ella, la cantidad de seguidores y adversarios.

    Como consecuencia de sus ideas y discusiones teológicas, Abelardo fue rechazado por los monjes de Saint-Denis, por lo que se retiró a la diósesis de Troyes donde se comprometió con una vida austera y rigurosa. Allí fundó el oratorio al Paracleto o Espíritu Santo Consolador, del que más tarde Eloísa sería abadesa.

    Durante el Concilio de Sens, en 1140, San Bernardo venció a Abelardo en una discusión pública. En consecuencia, fue condenado a cárcel perpetua (sentencia que luego fue conmutada por la clausura en un monasterio). Sin embargo, años después, el abad de Cluny, Pedro el Venerable, logró reconciliar a Bernardo y Abelardo.

    Abelardo y EloisaAbelardo murió en la abadía de San Marcelo, en Chalons-sur-Saone, el 21 de abril de 1142. Tenía por entonces 63 años. Eloísa, reclamó su cuerpo.

    Ella murió en 1163, pero recién en 1808 los restos de ambos amantes fueron depositados juntos en el Museo de monumentos franceses de París. Finalmente en 1817, ambos fueron depositados en una misma tumba, en el cementerio de Pere Lachaise. Abelardo y Eloisa, aunque avocados al debate filosófico el uno, o la vida monástica la otra, nunca dejaron de amarse apasionadamente, pensando sin más, el uno en el otro.

    No pudieron morir juntos, protagonizaron la terrible desdicha de un amor imposible que no les dio la felicidad de vivir uno cerca del otro aunque si la de haberse sabido amados y descansar juntos.

    El Cementerio Pere Lachaise, considerado uno de los más importantes del mundo, está situado en el número 16 de la Rue du Repos, en París y lleva el nombre del reverendo Moris Pere Lachaise, quien fuera confesor de Luis XIV. Fue el sacerdote jesuita y padre favorito confesor del Rey Sol. Murió en 1709, 100 años antes de que se inaugurara el cementerio que lo recuerda.


    Susana Espósito - Noticia publicada el: Viernes 23/04/21 - (Cantidad de caracteres: 5175)




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