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Las buenas inversiones de los futbolistas
y el despilfarro y ruina de los boxeadores

Es sabido que la vida útil de los deportistas es limitada y por eso, es bueno ser previsor y en tiempos de bonanza, invertir parte de las ganancias para asegurarse un futuro próspero, pero no todos tienen la viveza de hacerlo.

En el ámbito futbolístico, los jugadores diversifican sus inversiones pensando en el momento de retirarse del fútbol y para poder dedicarse a otras actividades. Por ejemplo Messi, ha invertido en una cadena de hoteles llamada MiM Hotels. Son 6 hoteles: en Barcelona, Ibiza, Mallorca, en la estación de esquí de Banqueira Beret, en Sotogrande y ahora en diciembre, inaugurará el sexto hotel en Andorra.

Pero más allá de los negocios inmobiliarios, son muchos los futbolistas que han coincidido en invertir en su propia marca de vinos. La mayoría de los futbolistas que viven en el exterior acceden a los mejores restaurantes del mundo donde el vino es la bebida que mejor combina con platos sofisticados y también saben que Argentina cuenta con bodegas que elaboran vinos de alta calidad y por eso varios encargaron a especialistas enólogos para que creen sus propias etiquetas.

En los últimos cinco años, es extensa la lista de cracks del fútbol que en emprendimientos propios o como homenaje a sus carreras destacadas, han lanzado su vino.

En este rubro también incursionó Messi; Franco Armani, el arquero de River; el flaco Rolando Schiavi; Nicolás Burdisso, histórico de Boca y la Selección, vive en Italia y trabaja como director deportivo de Fiorentina, pero tiene bodega y viñedos propios en Mendoza; Angel Dimaría; Marcelo Gallardo y otros tantos que integran la lista de jugadores que han ido adquiriendo conocimientos sobre el vino e invirtieron en eso.

El 9 de la Selección, Lautaro Martínez, también tiene vino propio. El proyecto es junto a su esposa, la mendocina Agustina Gandolfo. El vino aún no tiene nombre y la idea de elaborarlo surgió a partir de la adquisición de una finca en la prestigiosa zona de Las Compuertas en Luján de Cuyo.

Lo cierto es que estos jugadores que ganan suculentos sueldos, saben lo que hacen, diversifican sus inversiones y seguramente tendrán un buen futuro económico, sin sobresaltos, pero si hablamos de los boxeadores, veremos que es la otra cara de la moneda, la mayoría de ellos, lejos de saber invertir, han despilfarrado su dinero y terminaron en la miseria y muriendo trágicamente.

Fueron muy pocos los boxeadores que sí tuvieron el buen tino de invertir y tener un retiro de los ring, que les permitió vivir holgadamente: Luis Angel Firpo (falleció de un ataque cardíaco, a los 65 años, el 7 de agosto de 1960), invirtió en varias estancias y se dedicó a la ganadería y Horacio Accavallo (fallecido el 14 de septiembre de 2022), tuvo una cadena de locales de indumentaria deportiva, fundamentalmente en el barrio de Pompeya.

Algunos de los casos más conocidos que han tenido malas decisiones y vidas desafortunadas fueron: Gatica, quien ganaba tanto dinero que, según dicen quienes lo conocieron, encendía sus habanos con billetes de alta denominación. Terminó sin un peso, vendiendo muñequitos en las cantinas de la Boca, era alcohólico y murió cayendo bajo las ruedas de un colectivo. Monzón, un campeón Mundial, amigo de importantes figuras del ambiente artístico en el exterior y en nuestro país, también con problemas de alcoholismo, drogas y terminó preso por matar a su mujer, Alicia Muñiz. Falleció a los 52 años, cuando en una salida transitoria tuvo un accidente en la ruta 1 de Los Cerrillos, al morder la banquina.

Otros boxeadores que han tenido problemas por adicciones y no lograron mantener la disciplina que imponía el deporte, fueron: Ringo Bonavena (asesinado, supuestamente por el esposo magnate de una mujer que era su amante), Galíndez (murió el 26 de octubre, días antes de cumplir 32 años, en un accidente automovilístico, en el circuito semipermanente de 25 de mayo) y más cercano en el tiempo, la Hiena Barrios, que vive pero ha tenido varios episodios delictivos. El 24 de enero de 2010 chocó, golpeó y pasó por encima a Yamila González, una joven de 20 años embarazada de 6 meses, que falleció y la Hiena se dio a la fuga por una calle en contramano para entregarse horas más tarde. Fue condenado a 4 años de prisión y le concedieron la libertad asistida en 2017. En febrero de 2022 fue detenido por amenazar a su exmujer con un arma y luego fue noticia por agarrarse a trompadas dentro de la cárcel, desde donde su exmujer sigue recibiendo amenazas.

Como dirían las abuelas de otros tiempos: "hay que ahorrar, eso conviene, porque el que guarda siempre tiene".

Susana Espósito - Noticia publicada el: Lunes 12/12/22 - (Cantidad de caracteres: 4646)