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Prometen que para fin de año serán 2000, las cámaras de monitoreo que habrá en la ciudad de Buenos Aires, como un medio más de vigilancia que apunta a mejorar la seguridad en las calles porteñas.
Empezaron siendo unas pocas, colocadas en los cruces de las arterias más importantes. Hoy son más de mil las cámaras del gobierno porteño que vigilan la ciudad.
El jefe de la Policía Metropolitana declaró ante varios medios de comunicación que "Al principio se instalaron cámaras en lugares claves como los alrededores de hospitales y escuelas y algunas esquinas importantes. Luego incorporamos en las zonas donde los vecinos denuncian más hechos de inseguridad".
Hoy son alrededor de 1100 cámaras las que son monitoreadas por personal civil de la policía de la ciudad en dos centros. Para fin de año buscan aumentar el número de cámaras a 2000, crear un tercer centro y colocar operadores también en las comisarías.
En cada uno de los dos Centros de monitoreo urbano hay personal controlando unas 500 cámaras durante las 24 horas del día. Los operadores trabajan en turnos de ocho horas, con 15 minutos de descanso cada 45.
El objetivo de estas cámaras es observar las imágenes capturadas en vivo y en el caso de detectar alguna anomalía en la vía pública, hechos delictivos, se da aviso al operador policial que está en la sala de monitoreo y éste, a su vez, es el encargado de dar parte a la policía para que actúe con la mayor rapidez posible.
Las imágenes son guardadas durante 60 días, y luego de ese período son destruidas. Según explicó Burzaco, "este tipo de vigilancia ha permitido detectar modalidades delictivas. Por ejemplo, en la calle Florida descubrimos que los arrebatadores actúan de a tres. Uno marca, el otro roba y el tercero marca la salida"; y añadió: "Nos importa que los delincuentes sepan que estamos viendo, que no actúan con total impunidad".
Las cámaras que ya están funcionando desde hace unos meses han permitido detectar casos de robo, arrebato, venta y consumo de estupefacientes y gracias a eso, se pudo detener a los delincuentes.
Estos nuevos dispositivos tecnológicos sirven además para otras situaciones, como accidentes de tránsito.
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(Legislatura CABA 512/2004)