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Refuncionalización del Edificio Dreyfus

El Edificio Dreyfus es un edificio de oficinas de estilo academicista francés, de 6000 metros cuadrados, ubicado en la Avenida Corrientes, entre la Avenida Leandro N. Alem y la calle 25 de Mayo, en el centro de la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Fue construido hacia 1923 para alojar la firma cerealera Louis Dreyfus y fue proyectado por los arquitectos franceses Paul H. Nénot, Pablo Pater y Eugenio Gantner. n el año 2007, la mencionada cerealera cerró sus puertas que ahora vuelven a abrirse para alojar las oficinas del Grupo Allianz.

El inmueble fue declarado monumento histórico nacional, volvió a vivir tras varios años de reposo obligado.

La puerta de acceso principal, por la calle 25 de Mayo 401, es de hierro y vidrio repartido, remata en un frontis que en su centro aún lleva un monograma con las iniciales de la firma que dio origen a ese edificio. Detrás de esa importante fachada (donde se destacan ornamentos de gran altura que incluyen inequívocos símbolos que atestiguan su anterior destino, una importante cerealera con actividades comerciales tanto nacionales como internacionales) conviven espacios renovados que proponen ambientes laborales modernos, versátiles y coloridos distribuidos en ocho amplios pisos y tres subsuelos.

"El edificio que reacondicionó al ciento por ciento las instalaciones de las oficinas conservó no sólo su fachada, sino también su estructura histórica", según comentó Edward Lange, CEO de la compañía. Está equipado con tecnología de última generación, tiene renovados ambientes de trabajo, salas de reuniones, un auditorio para 100 personas y un gran salón para eventos en planta baja. En cada planta hay un coffee y lounge, para que los empleados puedan disfrutar del almuerzo y distenderse en el tiempo libre. La iluminación, por su parte, será con luminarias LED de alta potencia, que no sólo plantea una sobresaliente eficiencia energética, sino que son altamente direccionables, de larga duración, bajo mantenimiento y libres de mercurio, plomo y otros contaminantes.

La puesta en valor del edificio, que fue realizada por el estudio de arquitectura Balko Argentina SA y que demandó unos 5 millones de dólares, privilegió no sólo el reacondicionamiento integral, sino también la comodidad tanto del personal como de sus visitantes. La inversión final del proyecto fue de aproximadamente U$S 22 millones.