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Debido a la escasez de monedas, que todos los porteños hemos padecido, recorriendo bancos para conseguir lo justo y necesario para poder viajar hacia nuestros lugares de trabajo, se implementó la tarjeta Monedero, como una buena opción para viajar en colectivos y subterráneos, pero la realidad es que lo que parecía una solución, también ahora se convirtió en otro problema al momento de recargarla.
Hubo varias quejas de los usuarios de transportes públicos, debido a que en el momento en que quisieron cargar su tarjeta, las respuestas son negativas.
En el caso de los quioscos suelen decir que hace un mes que no realizan las cargas, porque les quita tiempo y no les deja ganancia.
La cadena Open 25, una de las primeras en ofrecer la recarga de tarjeta, canceló el servicio.
En cuanto a la tarjeta SUBE, que fue implementada por el gobierno y funciona de la misma manera que Monedero, también tiene su problema a la hora de pedir una recarga, ya que los empleados del subte aducen que no pueden cargarla porque les genera "tendinitis", entonces uno no sabe si reir, llorar o patear el mostrador que resguarda al empleado.
Lo cierto es que créase o no, los sistemas que se implementan en otros países del mundo y funcionan bien, acá son un fracaso. Los usuarios esperan una solución porque bastante es el padecimiento de viajar mal como para que además no consigan monedas ni puedan recargar la tarjeta que prometía ser la solución.
Página Declarada de
Interés Cultural
(Legislatura CABA 512/2004)