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Falta de seguridad en Puerto Madero

Puerto Madero es el barrio más moderno de la ciudad y uno de los que más cotizan en el rubro inmobiliario. Se ha convertido en el preferido por varios funcionarios, empresarios, artistas y deportistas, que están viviendo su primera crisis vinculada con la inseguridad.

A pesar de estar considerado uno de los barrios más seguros, por la gran cantidad de vigilancia mediante cámaras de seguridad y la fuerte presencia de prefectos, parece que en los últimos meses, las cosas han cambiado.

Una asociación vecinal acaba de denunciar ante el gobierno nacional, que hoy vigila sus calles la mitad de los agentes de la Prefectura que lo hacían antes de que la ministra Nilda Garré decidiera reforzar con personal de esa fuerza y de la Gendarmería otros barrios de la zona sur de la ciudad.

La Asociación de Vecinos de Puerto Madero afirma que la disminución del número de prefectos es ostensible, situación que calificó de "alarmante" porque se tradujo en robos en algunos edificios, algo que antes era inusual. Los residentes del barrio temen que los episodios, por ahora aislados, se conviertan en una ola delictiva.

Como se recordará, con el plan llamado Cinturón Sur (sobre lo que se informa por separado), Garré destinó 2500 prefectos y gendarmes fundamentalmente a La Boca, Barracas, Pompeya y Parque Patricios. Lo hizo a principios del mes pasado, en reemplazo de más de 1000 policías federales que trabajaban en las seis comisarías con jurisdicción en la zona.

Varios vecinos han denunciado robos en edificios y la gran preocupación se reunieron con la secretaria de Seguridad de la Nación, Cristina Camaño, que escuchó con atención sus inquietudes.

Fuentes de la Prefectura informaron que en la actualidad, esa fuerza dispone de unos 400 agentes, divididos en cuatro turnos, para custodiar Puerto Madero, un barrio de 170 hectáreas, en el que se contabilizaron 6628 residentes durante el censo realizado el año pasado. El año pasado se contaba con 700 agentes.

Alrededor de 40.000 personas, entre turistas y empleados que trabajan en oficinas del barrio, circulan diariamente por las calles de este barrio y es necesario volver a reforzar las medidas de seguridad para que la gente se sienta más cuidada y segura.

Asimismo, los empleados de restaurantes, bancos y comercios también solicitan mayor seguridad.