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El lunes 11 de abril, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, anunció que la administración local contratará vigiladores privados para cuidar los hospitales y edificios públicos de los que fueron retirados los policías federales que cumplían servicios adicionales por decisión de la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré.
Después de una reunión con autoridades del área de salud, el Ministerio de Justicia local ordenó reforzar desde anoche la custodia privada, que no estará armada, en las guardias de 13 hospitales generales de agudos: Argerich, Penna, Ramos Mejía, Piñero, Santojanni, Alvarez, Vélez Sarsfield, Zubizarreta, Pirovano, Tornú, Fernández, Rivadavia y Durand.
Además, en los últimos días efectivos de la Policía Metropolitana fueron consignados en los hospitales Pirovano y Tornú, que funcionan en las comunas donde actúa la fuerza de seguridad local, y en el Pena, por orden judicial, debido a reiterados hechos de inseguridad.
Si bien Macri volvió a exigir a la presidenta Cristina Kirchner que revisara la medida adoptada el lunes último, anticipó que el gobierno porteño trabaja "en un plan de emergencia para situaciones puntuales", o sea, para aquellos inmuebles que funcionan en zonas consideradas de riesgo de la Capital.
Técnicos del gobierno se reunieron ayer a la tarde para avanzar en una planificación estratégica de los objetivos por cubrir y la cantidad de gente necesaria.
De esa reunión, surgió como prioridad la necesidad de reforzar con vigiladores privados las guardias de los hospitales de agudos, de acuerdo con lo solicitado por el jefe de gabinete del Ministerio de Salud, Néstor Pérez Baliño, y referentes de la Asociación de Médicos Municipales (AMM). Se estima que serán aproximadamente unos 50 los custodios privados que se agregarán para prestar servicios en esos objetivos, sumándose a los 1111 agentes de seguridad privada que ya estaban asignados a innumerables dependencias porteñas, entre ellas, los mismos hospitales.
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(Legislatura CABA 512/2004)