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El sur también existe,
resurgimiento de Barracas

Es un barrio que nació cuando en las orillas del Riachuelo comenzaron a instalarse las barracas (que dieron nombre al barrio), rudimentarias construcciones que almacenaban cueros y otros productos que salían o llegaban a la ciudad. También fue la zona elegida por familias aristocráticas para tener sus quintas y residencias, entre ellos, los Balcarce, Montes de Oca, Alzaga, Cambaceres y otros, que después de la epidemia de fiebre amarilla en 1871, se vieron obligados a emigrar a la zona norte.

La llegada de inmigrantes de todo tipo, especialmente italianos, lo convirtieron en un barrio popular de gente trabajadora. Después de la mitad del siglo XX, Barracas comenzó a perder su prosperidad; sus fábricas se cerraron, se inhabilitó su estación de trenes, y la construcción de la Autopista hizo desaparecer muchos edificios y dos plazas, cayendo la zona en decadencia y transformándose en un barrio casi marginal.

En la última década, muchos comenzaron a darse cuenta de que "el sur también existe" y este barrio con una rica historia, está resurgiendo de sus propias cenizas.

La antigua fábrica de Bagley se transformó en un complejo de viviendas y oficinas; la industria de la Fabril Financiera, se convirtió en el Central Park, al que dio colorido el fallecido pintor, Pérez Celis; el Mercado del Pescado fue convertido en el Centro Metropolitano de diseño y así, poco a poco Barracas está volviendo a florecer. Parte de estos cambios se deben también a uno de los vecinos del barrio, el artista Marino Santa María, que vive en el Pasaje Lanín y tuvo la brillante idea de intervenir 40 fachadas del mencionado Pasaje, dándole colorido y poniendo el arte al alcance de todos. Fue inaugurado el 19 de Abril de 2001 con una gran fiesta en la Calle de la que participaron artistas, vecinos y público en general.

A partir de 2005, ante el desgaste de las pinturas, decidió incorporarles mosaico veneciano y azulejo con la técnica del trencadís en todas las fachadas, para hacer que su obra perdurara y lo logró.

Sus intervenciones urbanas están en varios barrios de la ciudad, como por ejemplo en la zona del Abasto, donde pintó rostros de Gardel y partituras de tangos en el Pasaje Zelaya y para el Centenario del Club Atlético Boca Jrs. utilizó la técnica de los mosaicos venecianos en la calle Del Valle Iberlucea, en las fachadas de las casas y ahora, está realizando un gran mural de 100 metros de largo por tres de alto en las paredes del Hospital Británico, que estará finalizado a fines de noviembre.

Vale la pena darse una vueltita por Barracas y apreciar su importante evolución y el rescatar su Historia.