www.conozcabuenosaires.com.ar

---

---

Buenos Aires, tan linda y tan sucia

Desde el viernes 2 de noviembre, los trabajadores de la Coordinación Ecológica Area Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE), tomaron medidas de fuerza y restringieron el ingreso de camiones recolectores a las plantas de transferencia y a los rellenos sanitarios, provocando en la ciudad una acumulación de basura que demorarán varios días en retirar.

En todos los barrios pueden verse bolsas desvencijadas, restos de comidas desparramados por veredas y calles, olores desagradables que se acentúan con las altas temperaturas de los últimos días y lamentablemente, no se sabe cuándo se solucionará el tema.

Si cuando todo funciona con normalidad, los contenedores resultan insuficientes y también se acumulan bolsas al lado de los mismos, ahora la situación es terrible.

Las zonas más afectadas son los barrios del Norte, como Belgrano, Núñez, Colegiales, Recoleta y Palermo, donde se produce más desechos que en el resto. En total, los vecinos de la Capital generan 6000 toneladas diarias de residuos. La situación podría empeorar con el paso de los días si -como especulaban ayer funcionarios porteños- el conflicto se extiende en el tiempo.

Los camiones que levantan la basura domicilio por domicilio la descargan luego en tres plantas llamadas "de transferencia", que funcionan en Colegiales, Flores y Pompeya, desde donde salen unidades del tipo cisterna rumbo al relleno sanitario Norte III de la Ceamse, en el partido bonaerense de San Martín.

La operatoria se repite en las tres plantas con 2000 toneladas provenientes de municipios del conurbano. El Gran Buenos Aires produce en total 11.000 toneladas, que van directo a rellenos sanitarios. La Ceamse recibe, así, casi 17.000 toneladas de desechos cada día en predios que están al borde del colapso.

Consultado por varios medios, el ministro de Ambiente y Espacio público porteño, Diego Santilli, pidió que la gente no saque la basura, porque hasta que los camiones, que ya están llenos y haciendo fila hasta poder descargar en las plantas y rellenos sanitarios, no podrán volver a ocuparse de la recolección.

Para paliar la inminente crisis por las demoras en la recolección, sumado al calor, con temperaturas máximas cercanas a 30°C durante el fin de semana, el gobierno porteño dispuso en la víspera un operativo de emergencia con una decena de camiones y operarios que circularon por puntos críticos.