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Los trenes de ayer y de hoy

El tren "El Marplatense" había llegado de Estados Unidos en 1951. En aquellos tiempos, los ferrocarriles argentinos recientemente nacionalizados, procuraron modernizar sus equipos de larga distancia.

Sus paneles exteriores de acero inoxidable lo diferenciaban de todo lo visto hasta entonces.

Dos formaciones idénticas compuestas por 4 coches de lujo de 26 metros de largo (36 asientos más 8 en sillones), un combinado furgón coche (28 asientos), y un coche restaurante. Sus asientos de tipo reclinables y giratorios, con apoya pies graduables; disponiendo en todos los coches parlantes individuales permitiendo a los usuarios un servicio radial. Dotados de aire acondicionado, regulable automáticamente, iluminación fluorescente y luz individual para facilitar la lectura. Los pisos estaban alfombrados y los baños y toilletes tenían inodoros auto-esterilizados con lámparas ultravioletas.

El salón comedor y la cocina contaban con todos los adelantos de la época, como heladeras, licuadoras, cocina y horno.

Considerado la mejor formación ferroviaria del país a pesar de los años, fue la máxima expresión de modernismo y confort.

El 9 de noviembre de 1951 fue el primer viaje de estos coches contando entre sus pasajeros representantes de agencias de turismo, delegados gremiales ferroviarios, periodistas e invitados especiales. El viaje partió de Plaza Constitución a las 7 de la mañana y llegó a Mar del Plata a las 11:55hs., regresando desde la felíz a las 12:50 y arribando a Capital Federal a las 20:15 horas.

Increíble!!! se van a cumplir 61 años de ese primer viaje que demoró 5 horas y actualmente, el tren diario que hace el mismo recorrido, demora 6 horas 20 minutos, los pasajeros viajan muertos de frío porque sus ventanas están rotas, los asientos vencidos, los baños no tienen agua y mucho menos cuentan con papel higiénico y no cuentan con personal de seguridad.

Los pasajeros viajan resignados y con un gran riesgo de descarrilamiento, como ocurrió en la madrugada del 4 de septiembre, cuando el tren que había partido pasadas las once de la noche desde Plaza Constitución con 125 pasajeros, tenía previsto su arribo a la estación de la avenida Luro, en Mar del Plata, a las 5.30 y trescientos metros antes descarriló y se produjo un principio de incendio debido a un problema con un cable de alta tensión de la misma locomotora. Afortunadamente fue rápidamente controlado por los bomberos de la terminal.

En plena madrugada, los pasajeros abandonaron la formación en medio de las vías y caminaron para llegar a la estación. El mismo tren debía partir unas horas más tarde, a las 10.25, de regreso a Plaza Constitución, pero el viaje fue cancelado.

Como podemos ver, en los últimos tiempos y sobre todo a partir del accidente ferroviario ocurrido en Plaza Once, que arrojó un saldo de 52 personas fallecidas, las cosas siguen más o menos igual.

Será necesario lamentar otra tragedia para que se pongan en condiciones los medios de transporte que utilizamos los argentinos?