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La Secretaría de Gestión Comunal y Atención Ciudadana de la Ciudad hace unas recomendaciones para evitar sorpresas desagradables cuando contrate sus vacaciones.
Todos soñamos con pasar unas vacaciones tranquilas, distendidas y disfrutar a pleno de esos días tan esperados, después de haber trabajado duro durante todo el año. Pero no siempre se da como lo planeamos, a veces los operadores turísticos ofrecen cosas que finalmente no son como las pintan en sus atractivas promociones.
Por eso aquí les transmitimos algunos consejos:
El primero de ellos es conservar el volante o publicidad de la oferta que se haya elegido.
“Si el vecino recibe un folleto o ve un aviso en Internet, debe imprimir la página, ya que la publicidad obliga a la empresa a cumplir los términos y condiciones publicados”, afirmó Eduardo Macchiavelli, Secretario de Gestión Comunal y Atención Ciudadana.
Una vez que la publicidad está en manos del consumidor, éste se debe dirigir a la agencia de viajes y comparar los detalles del servicio promocionado con aquellos que efectivamente aparecen en el contrato que suministra la empresa. Podrían surgir diferencias que, detectadas a tiempo, se podrán solucionar.
Por otro lado, al momento de realizar un pago es muy importante recordar exigir factura o ticket fiscal. La regla general es nunca realizar depósitos bancarios a terceros que no están respaldados por una empresa con sucursal o representación en la Ciudad. Asimismo, es recomendable controlar en Internet que el alojamiento elegido cumpla con los servicios que la agencia de viajes ha prometido.
Ante cualquier duda o inconveniente los ciudadanos pueden asesorarse llamando a la línea gratuita 147 o dirigirse a las oficinas de Defensa del Consumidor que funcionan en las Comunas de la Ciudad.
¿Qué denuncian los porteños cuando vuelven de las vacaciones?
Una de las principales dificultades denunciadas por los porteños es el incumplimiento de los servicios contratados. El 51% de los reclamos correspondió a este tipo de infracciones. Entre las problemáticas se encuentran, diferencias de categoría entre los hoteles contratados y los efectivamente utilizados, excursiones que no se realizaron y cambios de último momento en los horarios de traslados.
En segundo lugar, un 29 % denunció que las promociones publicitadas no se correspondían con el servicio finalmente ofrecido. Como consecuencia el consumidor tuvo que pagar más para obtener el servicio que había pagado.
A estos inconvenientes le siguieron aquellos que se originaron en la falta de información. Esta irregularidad sumó el 15 % de los reclamos del rubro y generan también gastos extras no establecidos en la venta.
Por último, un 5% de las denuncias están dirigidas contra la modalidad denominada Tiempo Compartido, por la imposibilidad de rescisión del contrato.
Teniendo en cuenta lo expuesto, señor vecino, antes de contratar sus vacaciones asesórese y diríjase a una agencia o prestador de servicios reconocido, a veces hay que pagar unos pesos más, pero recuerde aquel viejo refrán "lo barato sale caro" y a veces las vacaciones terminan convirtiéndose en una tortura.
Página Declarada de
Interés Cultural
(Legislatura CABA 512/2004)