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Graffitis en Buenos Aires

Buenos Aires se ha convertido en una de las grandes capitales mundiales del street art, transformando algunas calles en un auténtico museo al aire libre donde las obras aparecen y capturan la mirada de quien pasa por allí.

La expresión “graffiti” hace referencia a una técnica de escritura producida en la antigüedad con un objeto duro que podía rayar superficies rígidas. La naturaleza de aquellos materiales permitió preservarlos como evidencias arqueológicas.

Los “graffitis” actuales se confeccionan con pinceles y pinturas sintéticas, aerosoles, fibras y marcadores con tintas indelebles, etc. También se utilizan objetos punzantes para rayar paredes y cristales, tizas y crayones grasos, moldes o plantillas y aún gruesas brochas para superficies murales importantes.

En Buenos Aires, los graffitis comenzaron a aparecer luego de la crisis económica del año 2000, cuando la comunidad artística decidió tratar de animar a todo el mundo con imágenes positivas y brillantes, pintadas en varios muros de la ciudad.

Colegiales, Palermo y Villa Crespo, son los tres barrios porteños que cuentan con mayor cantidad de graffitis e incluso Graffitimundo realiza un tour guiado por allí, que muestra y cuenta la historia de cada uno de los trabajos que se han pintado en esos muros e incluso explican este fenómeno que crece día a día.

Los grafiteros porteños participaron en la primera bienal latinoamericana del género (Graffiti Fine Art, en São Paulo), en el mes de mayo de 2011 junto con colegas de otros países (el colombiano Rodez, el francés Jonone, el brasileño Flip) y, sobre todo, reinventaron el paisaje urbano de una ciudad que ya los acepta y se sorprende con la intervención artística de varios muros que requerían una transformación.

La Ley 2991 establece un registro de muralistas y creadores de arte público, que además les permite trabajar sobre muros abandonados y hace la salvedad de que para pintar una pared de una propiedad privada, necesitan la aprobación de su dueño. Generalmente, los artistas callejeros son bien aceptados por los porteños.

La Ciudad de Buenos Aires está repleta de graffitis, de autores diversos, cada cual reproduce su estilo, su firma, en diferentes barrios. Descubrilos!