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La diputada del Frente para la Victoria, María José Lubertino presentó el proyecto de ley “animales domésticos bienvenidos en transporte público y locales gastronómicos”, generando todo tipo de comentarios a favor y en contra.
Aunque cada vez son más los espacios "pet friendly" -que aceptan la presencia de animales- son muchos los que no desean compartir el transporte público con animales y también se niegan a dejarlos pasar en restaurantes y cafeterías.
La idea de Lubertino surgió ante su inquietud por convertir a la ciudad en un lugar más acogedor para los animales y cuando presentó el proyecto, destacó que "es necesario que exista una oportunidad para que en el transporte público -subtes y colectivos- haya posibilidades de subir con un perro o un gato" y que lo mismo ocurra con taxis, remises y lugares gastronómicos.
José Ibarra, secretario general del Sindicato de Conductores de Taxis de Capital Federal, aseguró que en caso de que la ley fuese sancionada la situación sería muy compleja. "Los choferes deberían poner fundas en los asientos, tendrían que cuidar que los animales no hagan sus necesidades en el auto, y muchos clientes no querrían seguir usando este medio de transporte. A nadie le gusta bajarse con olor a perro o con pelos en la ropa por culpa del pasajero anterior."
Los locales gastronómicos, en general, están en contra de dejar pasar a los animales, mientras otros aceptaron que permanezcan en las mesas situadas en la vereda. Consideran que es poco higiénico y porque no a todos les gustan los animales, por lo tanto no se puede obligar a los clientes a tolerarlos.
Lo cierto es que teniendo tantas cosas más importantes de qué ocuparse, para mejorar la calidad de vida de los porteños, se presentan este tipo de proyectos que tienen en cuenta más los derechos de los animales que de las personas, que en muchos casos son alérgicos a los pelos de los animales o les tienen miedo o simplemente no les gustan. Está bien que cada chofer de los distintos transportes y los dueños de locales gastronómicos se reserven el derecho de admisión que siempre ha existido y aquellos que aman a sus mascotas, concurran a esos lugares. También deberían recordar que los perros tendrían que salir a la calle con bozal y los dueños tienen que levantar las defecaciones de sus mascotas; puede verse a diario que pocos cumplen con estos requisitos.
Si se fueron eliminando los lugares para fumadores, porque molestan o dañan a quienes no fuman, también debe tenerse en cuenta este tema de las mascotas, ya que podría ocurrir, que un perro pueda morder a alguien y dañarlo.
Habría que ocuparse de ver si tanto los transportes como los locales tienen su habilitación correspondiente y están en condiciones para brindar sus servicios, hacer inspecciones que permitan ver la higiene, la frescura de los alimentos que se consumen en los mismos, que haya baños en planta baja para que puedan acceder las personas con dificultades de desplazamiento, que no pueden subir o bajar escaleras. Como puede verse, hay una larga lista de prioridades que deberían tratarse y no perder el tiempo en proyectos que carecen de urgencia y molestan a la mayoría.
Página Declarada de
Interés Cultural
(Legislatura CABA 512/2004)