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Hace unos días, la escultura de Alberto Olmedo junto a Javier Portales, en Corrientes y Uruguay, fue maltratada por tercera vez en menos de un año y ya ha sido restaurada y emplazada nuevamente, el 25 de mayo, en presencia de los ministros porteños de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli y de Cultura, Hernán Lombardi, junto con el artista Fernando Pugliese, creador de la obra.
Aunque fue la escultura más atacada por vándalos, al igual que el Pensador de Rodin y el monumento a España, en los últimos tiempos, hubo otros monumentos y plazas que sufrieron daños, como por ejemplo: Plaza Irlanda, Martín Fierro, los parques Centenario, Los Andes e incluso los canteros en la avenida 9 de Julio, donde además, el Obelisco tuvo que ser enrejado y en lo que va del año, la base ya pasó por cuatro manos de pintura. Hasta los contenedores de basura aparecen pintados, rotos e incluso se los roban.
Durante el año 2011, el Gobierno porteño tuvo que desembolsar una suma de 14 millones de pesos para restaurar y recuperar monumentos de la ciudad.
El ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, Diego Santilli, está a cargo del área que se ocupa de estos arreglos y se lamenta porque dice que muchas veces rompen por romper, no necesariamente es un desquite de alguna manifestación.
Dentro de la lista de monumentos relevados y que debieron ser restaurados o están para restaurar, también figuran: Juan Bautista Alberdi, en Constitución, obras de arte del Rosedal, el Mausoleo de Bernardino Rivadavia, en Plaza Miserere. Parque Chacabuco, Parque Lezama y Parque Rivadavia también están incluidos entre los que demandan trabajos de refacción casi constantemente.
También provoca gran preocupación el robo de rejas de los sumideros y hasta las tapas de inspección de la red pluvial, que son vendidos como metal, por lo que se armó un grupo especial para salir a reforzar los operativos y a partir de eso, un programa llamado “Respuesta Ya” para que las intervenciones sean más rápidas y fomenten el cuidado entre los vecinos.
Página Declarada de
Interés Cultural
(Legislatura CABA 512/2004)