www.conozcabuenosaires.com.ar

---

---

Murió el oso polar del Zoo porteño

El Zoológico de Buenos Aires es uno de los grandes atractivos para grandes y chicos, que además de brindar entretenimiento, sirve para educar acerca de las distintas especies animales y su forma de vida, concientizando a quienes lo visitan sobre el respeto y cuidado que ellos merecen.

Desde hace varios años, cada vez que nace un nuevo animalito, se invita a los niños a elegir su nombre. Esto es algo que genera gran entusiasmo y alegría en los chicos, pero esta vez hay un gran motivo de tristeza, porque no hubo buenas noticias de un nacimiento, todo lo contrario, murió el único oso polar que habitaba el Zoológico porteño. Era un macho de 16 años y residente del Zoo desde hace cuatro, cuando llegó desde Santiago de Chile.

Su nombre era Winner y luego del calor intenso del día 24 de diciembre, a lo que se sumaron los ruidos de la pirotecnia, el pobre animal murió de hipertermia, en la madrugada de navidad, según contó Miguel Rivolta, director de Bienestar Animal del Zoo, a algunos medios, explicando que en el cuadro de hipertermia concluyen factores ambientales, pero también emocionales como lo fue el estrés provocado al animal por los fuegos artificiales lanzados en los alrededores durante la Nochebuena.

"Lamentablemente, los inusuales picos de temperatura, combinados con la pirotecnia del 24 a la noche y el temperamento nervioso del oso, dificultaron su normal termorregulación, llevando a la muerte del mismo. El diagnóstico presuntivo como resulta de la necropsia es muerte por hipertermia", concluyó Rivolta.

Winner había sido revisado poco antes de la medianoche y no mostraba signos de alteración. No obstante, en la siguiente inspección, alrededor de la una, fue hallado muerto por los cuidadores.

Según contaron, Winner había empezado a manifestar problemas de conducta a mediados de año, cuando falleció su compañera hembra, lo que le provocó depresión por la soledad. Caminaba reiteradamente hacia atrás, un tic que preocupó a las autoridades del Zoo, aunque lograron revertirlo con cuidados especiales.

El deceso provocó una ola de cuestionamientos a los concesionarios del Zoológico de Buenos Aires, a quienes recientemente el gobierno porteño les renovó el contrato por subasta pública.

Son muchos los defensores de animales que cuestionan el encierro de especies salvajes con fines económicos, la explotación de los mismos en espectáculos circenses y comenzaron a juntar firmas para el cierre del Zoológico.