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El viernes 29 de junio se cumplirán 112 años de la inauguración de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario de Nueva Pompeya.
El 14 de Mayo de 1896 se colocó la primera piedra bendecida para la construcción de una capilla. El terreno había sido donado por las señoras de San Vicente de Paul, de la parroquia de San Cristóbal. Fue proyectada por el arquitecto y pintor Augusto Cesar Ferrari.
El 29 de junio de 1900 fue inaugurada la iglesia y en 1905 se convirtió en parroquia.
Se destaca por sus sobrias líneas de arquitectura neogótica, y líneas armónicas. Se destaca en su fachada una única torre de altura y pequeñas torrecillas en los laterales. El reloj que se ubica en la parte superior fue traído por el padre Agustín de Pamplona desde España en el año 1923. Una verja de artístico hierro forjado, separa la vereda del atrio.
Desde su interior pueden apreciarse ventanales de arco ojival, con maravillosos vitrales de origen alemán, que representan los quince misterios del Santo Rosario. En la ambientación de las naves se observan estatuas religiosas y pinturas al óleo. En las paredes se encuentran cuadros de hechos históricos y el techo es de madera en listones. Al proyecto original de una nave se le agregó en la década del 20 otra lateral, debido a la gran cantidad de fieles.
En el centro del patio que tiene esta iglesia hay un monumento-fuente en bronce de la Virgen de Pompeya. Varias partes de la iglesia son réplica de los escombros de la destrucción de la ciudad de Pompeya.
El 3 de mayo de 1914, se inauguró el hermoso camarín de la Virgen, sustituyéndose el cuadro por la imagen tallada, obra del escultor catalán Miguel Castellanas y el 20 de agosto de 1922, por disposición de S.S. Benedicto XV, fue coronada en solemne ceremonia por el Nuncio Apostólico V. De Torregrossa, ante la impresionante concurrencia de alrededor de cien mil personas. Adelia Harilaos de Olmos fue madrina de la basílica de Pompeya y obsequió la corona para la imagen de la Virgen.
En el año 1935 las campanas comenzaron a sonar gracias a Enrique Borneman relojero experto que estudio pacientemente el mecanismo y las puso en funcionamiento.
Según cuenta la historia, en la ciudad de Pompeya (Italia), el recientemente santificado Bartolo Longo, encontró un cuadro que estaba a punto de ser arrojado al fuego debido a su deterioro, al observarlo, quedó asombrosamente enamorado del mismo, en el que se encontraba representada la Virgen del Rosario y a sus costados estaban Santo Domingo y Santa Catalina de Siena. Enamorado del cuadro y ferviente devoto de Maria, comenzó a difundir su culto. Tiempo más tarde le unió al lugar el nombre, para llamarla "Virgen del Rosario de Pompeya".
Página Declarada de
Interés Cultural
(Legislatura CABA 512/2004)