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Nuevo reclamo de traspaso de la Federal

El traspaso de la Policía Federal al gobierno de la ciudad, es un tema de larga data y tironeos con el gobierno de la Nación. Ahora, luego de los incidentes en el hospital Santojanni, resurgió la crisis por la inseguridad en la ciudad.

Debido a la pelea entre barra bravas de Nueva Chicago en el hospital Santojanni, la Ciudad volvió a reclamarle al Gobierno de la Nación discutir sobre la seguridad en la Capital, donde conviven efectivos de la Policía Federal y la Metropolitana.

En un hecho bochornoso, el miércoles 9 de enero, los hinchas de Nueva Chicago, ingresaron con armas de fuego a la guardia del hospital y a la sala de partos, para agredir a un barra herido, Aldo Barralda, al que responsabilizan del asesinato de Agustín Rodríguez, en los alrededores del club. Agredieron a los médicos y causaron desmanes, atemorizando a quienes se encontraban en el edificio. Las imágenes transmitidas por varios noticieros mostraban cómo salvajemente revoleaban sillas y cuanto encontraban a su paso, en los pasillos del nosocomio. Un episodio aberrante que podía haberse evitado.

Se pide sentarse a conversar sobre las políticas de seguridad, ya que hasta que se concrete el traspaso, hay connivencia, de acuerdo a lo declarado por el subsecretario de Prevención de delito porteño, Martín Borrelli, considerando que hay una responsabilidad primaria de ofrecer seguridad en toda la ciudad, lo que lógicamente incluye a los hospitales, donde por órdenes de la Ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, fue retirada hace unos meses, al igual que hizo con las escuelas porteñas.

Desde el 5 de abril de 2011, cuando fue retirada de esos lugares la policía federal, la Ciudad contrató seguridad privada para custodiar esos lugares y habían advertido que había riesgo potencial si se retiraba la custodia policial de los lugares públicos.

Hay gran preocupación de los médicos del Santojanni, que dicen recibir insultos y agresiones constantemente en sus horarios de trabajo.

Actualmente, el hospital está siendo custodiado por la Policía Federal y Gendarmería.