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El vicepresidente de la Nación, Amado Boudou estuvo nuevamente en el ojo de la tormenta debido a los excesivos gastos realizados para remodelar su despacho, algo por lo que fue investigado por el juez Oyarbide, pero... fue sobreseído porque según argumentó el juez, no había excedido los $ 100.000, aunque lo cierto es que habría gastado $ 238.000 según publica La Nación, más del doble, en "la lavadita de cara al despacho”, donde también habría instalado un jacuzzi, según se rumorea en los pasillos.
Solamente el escritorio de diseño italiano, encargado a la firma Zanotta SA (grupo involucrado en otra polémica refacción de una oficina pública durante el kirchnerismo), costó $ 42.765. Según fuentes de la mencionada firma, fue un capricho de Boudou, quien mandó a empresarios de Zanotta a concretar la operación a Milán durante tres o cuatro días, con todo pago".
Esto se suma a otras denuncias de corrupción como el caso de la ex imprenta Ciccone, en el que se lo involucró y otros temas de evasión, etc, etc, que todavía no han sido investigados ni aclarados.
Estos hechos, han llevado a lo acontecido el martes 19 de febrero, cuando el vicepresidente viajó a Salta para asistir a los actos que se realizaron con motivo de conmemorarse el Bicentenario de la Batalla de Salta, en dos escenarios: el monumento 20 de Febrero y el Campo de la Cruz, donde se libró el combate y en ambos lugares, se silbó y abucheó a Boudou, cuando hizo uso de la palabra. Mientras tanto, el infaltable grupo de la Cámpora con sus batucadas y cánticos amenazantes también estaba en el lugar.
Algo semejante ya había ocurrido en el acto de la Batalla de San Lorenzo, donde también hubo silbidos y algunos insultos dirigidos a Boudou.
Este tema trae algunas reflexiones que vale la pena mencionar:
El vicepresidente, cuya imagen no es precisamente de una persona decente y honesta, seguramente haya sido abucheado porque no es la persona indicada para resaltar las cualidades de Manuel Belgrano, dos personas totalmente opuestas:
Belgrano defendió con honor a nuestra Patria y lo hizo con humildad y grandeza, mientras Boudou es el vicepresidente del país y ocupa un sillón desde el cual escuchó todo tipo de acusaciones, con soberbia y altanería, burlándose de las denuncias en su contra con su irónica sonrisa.
Boudou gastó fortunas en departamentos en Puerto Madero, motos, arreglos de su despacho y vaya uno a saber en qué más, mientras Belgrano murió en el olvido y la pobreza, entregando su reloj al médico que lo atendió en su lecho mortal, por no tener dinero para poder hacerlo.
Boudou seguramente tenga cuando muera un mausoleo estilo kirchnerista y a Belgrano le colocaron como lápida, el mármol de la mesada de su casa, hasta que le hicieron un mausoleo en la Basílica Nuestra señora del Rosario y Convento de Santo Domingo y cuando fue trasladado al mismo, le robaron los dientes. Quienes se los llevaron? No fue precisamente el ratón Pérez, fueron el ministro del Interior Dr. Joaquín V. González y el de Guerra, Coronel Pablo Riccheri, que después tuvieron que restituirlos cuando el diario La Prensa lo exigió mediante una denuncia, destacó la honestidad del prócer y pidió que le devolvieran los dientes al “patriota que menos comió en su gloriosa vida con los dineros de la Nación”.
Lamentable, no? Así fue cambiando la escala de valores a través del tiempo y como siempre, el tango Cambalache vuelve a mi memoria, con alguna adaptación a las circunstancias:
Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador...
Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición, da lo mismo que sea cura, colchonero, Rey de Bastos, caradura o polizón.
¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón! Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón... Mezclao con Stravisky va Don Bosco y La Mignon, Don Chicho y Napoleón, Belgrano con Boudou, Igual que en la vidriera Irrespetuosa de los cambalaches se ha mezclao la vida...
Susana Espósito - Noticia publicada el: 20/02/13 - (Cantidad de caracteres: 3940)
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