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El miércoles 17 de abril se celebró el Día Mundial del Malbec, la cepa estrella de la industria vitivinícola argentina y uno de sus productos más redituables.
Esta celebración se realiza desde el año 2011, como homenaje a Michel Aimé Pouget, un ingeniero agrónomo francés, que a mediados del siglo XIX emigró a Chile, donde conoció a Sarmiento, que se encontraba exiliado en ese país y contrató a Pouget para desarrollar el cultivo de uvas en Mendoza. El 17 de abril de 1853 fue el día en que se presentó oficialmente el proyecto para crear la Quinta Agronómica de Mendoza, que fue la primera escuela de agricultura del país, donde Pouget fundó los cimientos de la vitivinicultura en argentina.
Malbec es el nombre de una variedad o casta de uva originaria del sudoeste de Francia con la que se elaboran vinos tintos. Su cultivo se ha extendido con éxito al "Nuevo Mundo" del vino, destacando Argentina, Chile y California. El malbec de Argentina ha alcanzado gran reconocimiento internacional.
El 24 de noviembre de 2010, el vino fue declarado la bebida nacional de Argentina. Nuestro país es el mayor productor de vino de Latinoamérica y el quinto mayor productor en todo el mundo, así como el noveno exportador a nivel global.
Esta uva Malbec se caracteriza porque sus racimos son medianos, a menudo alados y bastante sueltos. Las uvas esféricas, pequeñas o medianas, de color negro azulado, con piel delgada y pulpa blanda.
Es una cepa versátil, con la cual es posible elaborar vinos jóvenes, rosados, espumantes y también ejemplares aptos para prolongadas guardas. En su color se destaca el rojo intenso, los matices violáceos y azulados, especialmente cuando es joven.
Para reconocerlo por sus aromas habrá que recordar el olor de las ciruelas muy maduras o de las mermeladas de mora o guinda. En la boca, el vino se expresará en todo su esplendor; si es joven, apenas una agradable aspereza impresionará el paladar; si ya tiene algunos años, será un vino maduro, de gran complejidad. La madera le aportará aromas y gustos a chocolate, vainilla, cuero y café. Otras pistas para reconocer un Malbec: es un tinto generoso, equilibrado y apasionado a la vez, decididamente nuestro y para el mundo.
Siempre se dice que el Turismo es la industria sin chimeneas y que tiene efecto multiplicador, por todas las derivaciones del rubro, como por ejemplo la hotelería, gastronomía, transportes, etc. Refiriéndonos al vino, el turismo enológico, fue también impulsor de la economía de varias provincias argentinas. En 2005, el turismo mendocino aumentó en un 80% contra el año anterior, en gran medida propulsada por turistas atraídos a la provincia en virtud de su importante producción vitivinícola. En consecuencia, la provincia ha visto muchos desarrollos hoteleros en los últimos años. Aprovechando la naturaleza de las visitas, numerosas bodegas han desarrollado posadas para recibir a turistas en un ambiente claramente orientado al vino, donde se pueden realizar degustaciones, almuerzos e incluso tomar clases de cata de vinos.
Susana Espósito - Noticia publicada el: 19/04/13 - (Cantidad de caracteres: 3057)
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