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Las obras de extensión de la línea H de subterráneos, que abarcará 11 kilómentros, uniendo los barrios de Retiro y Nueva Pompeya, generan desde sus inicios todo tipo de comentarios a favor y en contra. En esta etapa, en la que se han llevado a cabo las expropiaciones de comercios, como estaba previsto, para la construcción de las bocas de acceso a las nuevas estaciones, provocó gran malestar en los dueños de algunos de esos locales.
Las estaciones serán construidas por detrás de la línea de edificación, por eso fue necesario expropiar locales, que por su excelente ubicación, se ven perjudicados al tener que abandonarlos. Por ejemplo la confitería Pertutti (esquina de Av. Córdoba y Pueyrredón), la Confitería Duero (Av. Santa Fé y Pueyrredón), la librería Agendar (Pueyrredón 1134) entre otros. La innovación de construirlas detrás de la línea de edificación obedece a que facilita la circulación de un mayor caudal de pasajeros, la evacuación en caso de ser necesaria, mejora la accesibilidad para personas con movilidad reducida y, al no estar ubicadas en la vereda, mejoran la circulación peatonal y vehicular.
De acuerdo a lo informado por la empresa Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (Sbase), que hoy controla las seis líneas y el Premetro, todas las expropiaciones se efectuaron de acuerdo con la ley y considerando la particularidad de cada caso. "Sbase se reunió con cada uno en forma personal para llegar a un acuerdo, pero después tiene que pasar por la Justicia. Cada expropiación a pagar tiene el aval de un juez".
Sin embargo, en estos días pueden verse carteles y pintadas en acción de protesta porque los dueños de algunos locales expropiados consideran que la indemnización no es justa y sobre todo porque no se tiene en cuenta el lucro cesante.
El presidente de la ONG Transparencia Inmobiliaria, Ricardo Tondo, explicó: "Hay dos problemas, el drama de los comerciantes y el de los empleados. Un propietario que es expropiado compulsivamente por una presunta necesidad y urgencia; los propietarios, inquilinos comerciales y empleados que quedan a la deriva. No sólo se pierde la propiedad, sino que también hay un lucro cesante para los comerciantes. Además, los empleados, en algún momento, van a reclamar la indemnización".
También en Nueva Pompeya, fueron expropiados unos 10 inmuebles sobre la avenida Sáenz entre el 700 y el 800, lo que generó controversias. En algunos casos, como en el de dos unidades en Sáenz 760, Sbase ya cuenta con la posesión del inmueble y los vecinos fueron indemnizados con sumas cercanas al millón de pesos.
Susana Espósito - Noticia publicada el: 04/02/13 - (Cantidad de caracteres: 2608)
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