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El Pensador de Rodin

Al igual que otras esculturas y monumentos de Buenos Aires, el Pensador de Auguste Rodin, situado en la Plaza del Congreso, ha sido también víctima del vandalismo en distintas oportunidades, por ello, el gobierno porteño decidió protegerla con un blindex.

Esta escultura fue realizada en 1880 para formar parte del grupo escultórico "Las puertas del Infierno". Ese monumento se iba a ubicar en el Museo de Bellas Artes de París, pero el proyecto quedó cancelado y permaneció en el taller del escultor que le fue haciendo añadidos hasta su muerte en 1917. Se mostró en la Exposición Universal de 1900 y en una versión incompleta. Actualmente, esa creación de Rodin realizada en yeso, se encuentra en el Museo de Orsay y el vaciado en bronce está en el Museo Rodin de París.

Léonce Bénédite, primer conservador del museo Rodin, en 1917 logró convencer al escultor para que le dejase reconstituir su obra maestra, y realizar una fundición. Rodin murió antes de ver el resultado de todos sus esfuerzos.

Las Puertas del Infierno (La Porte de l'Enfer) es un monumental grupo escultórico que mide 6,35 m de alto, 4 de ancho y 1 de profundidad. Contiene 180 figuras cuyas dimensiones fluctúan entre los 15 cm y más de un 1 m.

Cuando el artista quiso retomar esa obra inconclusa, en 1906, tomó la decisión de fundir tres pensadores, del mismo molde original y por iniciativa de Eduardo Schiaffino, que fue director del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, se encargó una de esas tres esculturas, para ser colocada en las escalinatas del Congreso. Fue inaugurada en noviembre de 1907. Al tratarse de una de las tres esculturas fundidas en el molde original por el mismo Rodin y firmadas por él, la crítica de arte no las considera estrictamente réplicas sino variantes originales. Los otros dos “pensadores” originales se encuentran en los museos dedicados al artista, uno ubicado en París (Francia) y otro en Filadelfia (Pensilvania, Estados Unidos).

El pensador fue realizado en bronce patinado, y representa un hombre en actitud pensante, con el mentón apoyado en su mano derecha cerrada y su brazo izquierdo descansando sobre su pierna izquierda, las piernas están tensas, como ocurre cuando alguien está pensando algo con emotividad e intensidad. El escultor decía que ese hombre pensaba no sólo con el cerebro sino con todo el cuerpo.

Se trata del segundo monumento en Buenos Aires protegido detrás de un blindex, el otro es la fuente de Las Nereidas, de Lola Mora, en el Costanera Sur. También una escultura que padeció mucho tiempo el vandalismo.

Susana Espósito - Noticia publicada el: 23/02/13 - (Cantidad de caracteres: 2570)