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Hábeas corpus por una orangutana del Zoo

Desde hace un tiempo, asociaciones protectoras de animales manifiestan su deseo de cerrar el Zoológico porteño y a partir de la muerte de un oso polar y hace poco tiempo, de una jirafita, insisten con el tema.

El oso polar murió el 24 de diciembre de 2012, a causa de las altas temperaturas registradas durante la Nochebuena y el estrés provocado por el ruido de cohetes y fuegos artificiales.

La jirafa, había nacido de la pareja formada por una hembra (Jacky) y un macho que les prestó el zoo de Santiago de Chile (Buddy), el 10 de julio de 2013.

Debido a acuerdos de contraprestación, el animal era propiedad de los chilenos, y por un convenio del que no se dieron precisiones oportunamente, cedieron el animal al zoológico Bubalcó, de Río Negro, a donde fue trasladada en el pasado mes de octubre, pero la jirafa murió doce horas después de haber arribado a su nuevo destino.

Ahora, se ha pedido un hábeas corpus para la orangutana, llamada “Sandra", del Zoo porteño, por considerar que está sometida a la privación ilegal de la libertad, pero la justicia lo rechazó porque ese recurso no es aplicable a animales, aunque ordenó investigar si el simio sufre malos tratos.

Los solicitantes argumentan que han visto que la orangutana, aparece en algunas fotografías con expresión de miedo por ese encierro.

De acuerdo a lo expresado por la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (Afada) "no solo sufre igual que un preso, también padece la "presencia del público que la observa".

La causa está en manos de la jueza penal de instrucción Mónica Berdión de Crudo por el pedido presentado por Afada. La organización detalló en su reclamo que la "orangutana de Sumatra" la estaba pasando mal y que estaba sufriendo por el encierro y por estar exhibida ante las personas que visitan el zoológico de Palermo. Para ellos, Sandra no solo demuestra esas características en distintas fotografías, además está, directamente, "privada de la libertad" de manera ilegal: es decir, presa. Y por eso debe contar con los mismos derechos que un ser humano.

Berdión de Crudo respondió que Sandra no puede recibir un pedido de "habeas corpus" simplemente porque es un animal y no puede ser equiparado en sus derechos a los de un ser humano. Sin embargo, haciéndose eco del petitorio, solicitó investigar e incluir los testimonios de trabajadores y la información necesaria para saber si se está incumpliendo la ley 14.346 de protección a los animales, que contempla medidas contra "malos tratos y actos de crueldad": una ley que sí ampara a una orangutana. Según esa norma, que rige en el país desde 1954, el responsable de un zoológico que trate o descuide a uno de sus animales podrá ser "penalizado con prisión de 15 días a un año".

Susana Espósito - Noticia publicada el: Jueves 20/11/14 - (Cantidad de caracteres: 2783)