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Inauguraron la nueva cárcel de contraventores

En el barrio de Pompeya fue construído un penal para contraventores que cuenta con diez calabozos, para que no siguiera ocurriendo, que los condenados por contravenciones, no cumplieran sus penas porque no tenían un lugar adecuado.

Las penas previstas por el artículo 111 del Código Contravencional para quienes conducen con mayor cantidad de alcohol en sangre que la permitida o bajo el efecto de estupefacientes son de entre uno y diez días de arresto o multas de $ 200 a $ 2.000. Se trata de la cuarta contravención más cometida, después de ruidos molestos, hostigar o maltratar y usar indebidamente el espacio público.

El fin de semana pasado, la cárcel recibió a sus dos primeros "huéspedes", que fueron arrestados por manejar alcoholizados.

Uno de los que estrenaron el nuevo penal es un taxista, que quedó detenido por dos días y el otro, un conductor particular que cumplió un día de arresto. Los dos admitieron su culpabilidad y aceptaron sus sanciones en un juicio abreviado que se llevó adelante en la Fiscalía General porteña y se presentaron en forma voluntaria, para cumplir la pena que se les impuso.

Cada preso fue ubicado en su propio calabozo, donde los esperaba una cama con sábanas nuevas. Los detenidos tienen garantizadas cuatro comidas diarias y atención médica las 24 horas. Durante el día pueden ir al salón de usos múltiples para mirar televisión en un LED de 40 pulgadas o disfrutar de los juegos de mesa. Y para mitigar el encierro, tienen la posibilidad de caminar en un patio al aire libre. Como sus condenas son menores a 30 días, no les habilitaron la habitación reservada para “visitas higiénicas”.

El centro de detención para contraventores está en Beazley 3860 y fue inaugurado el 10 de junio. Fue construido por el Consejo de la Magistratura de la Ciudad, aunque depende del Ministerio de Justicia porteño. Cuenta con diez calabozos, seis para hombres y cuatro para mujeres, custodiados por 45 efectivos de la Policía Metropolitana que trabajan en tres turnos. Las instalaciones son cómodas y, hasta ahora, nadie las había usado.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Martes 21/07/15 - (Cantidad de caracteres: 2109)