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Comenzaron las tareas para recuperar la Confitería del Molino

Luego de la orden de expropiación del edificio de la Confitería del Molino, dada por el Poder Ejecutivo Nacional que instruyó al Ministerio de Planificación para que compre el histórico edificio de la esquina de las avenidas Rivadavia y Callao, se conocerá en los próximos días la tasación del inmueble.

El encargado de la tasación es el Tribunal de Tasaciones de la Nación y luego se dispondrían los fondos necesarios para la compra y la restauración del edificio art nouveau del arquitecto Francisco Gianotti.

El edificio está compuesto por tres cuerpos de seis pisos, distribuidos en más de 5000 metros cuadrados y hay una abultada deuda de impuestos impagos que harían bajar considerablemente su valor.

Después de que vecinos y organismos no gubernamentales denunciaran el peligro que implicaba para los transeúntes los desprendimientos de materiales de la fachada, desde la semana pasada hay andamios colocados en el frente del inmueble y comenzaron los trabajos de consolidación de la misma.

De acuerdo a lo establecido por el decreto 2026, el Ministerio de Planificación Federal, a cargo de Julio De Vido, será el organismo encargado de adquirir el inmueble para transferirlo sin cargo al Congreso, que se ocupará de su puesta en valor.

Actualmente, la familia Rocatagliatta, es dueña del edificio y si bien, en principio, rechazaban la idea de venderlo, ahora habrían prestado su conformidad y aceptarían hacerlo.

La Confitería del Molino fue fundada en 1917 y se había convertido en uno de los íconos porteños. Por sus mesas pasaron importantes personalidades de la política y grandes figuras del espectáculo.

Para que la Confitería del Molino recupere el esplendor de otros tiempos, habrá mucho por hacer. Según indicó el arquitecto Guillermo García.

El edificio será destinado a un museo del sitio y centro cultural, a la vez que la confitería será reabierta con un concesionario privado.

En una primera etapa se repararán los techos para evitar filtraciones de agua y se revisarán los servicios de luz, gas y electricidad. También se restaurarán las oxidadas astas del molino, ubicadas en la cúpula y emblema del lugar.

“Finalizados los trabajos que tienen que ver con la seguridad de la estructura, se utilizará un dron equipado con una cámara de alta definición para realizar un mapa completo del edificio. En el interior, se trabajará con urgencia en una de las partes más perjudicadas, el subsuelo, inundado desde hace años", adelantó García.

Las tareas incluirán la recuperación de los elementos históricos que están dentro del edificio: muebles, adornos, lámparas y bronces.

La Comisión Nacional de Monumentos intentará, además, reponer la vajilla original e intentarán recrear aquella época en que la confitería abrió sus puertas al público. También se sabe que el menú de la confitería contará con los platos típicos de aquellos y por supuesto, uno de los principales será el Imperial Ruso.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Martes 03/11/15 - (Cantidad de caracteres: 2962)