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Monumento a la Shoá

Hace varios meses, en la Plaza de la Shoá-Paseo de la Infanta, en el barrio de Palermo, una grúa bajaba de un camión, unos enormes bloques, en forma de cubo, con dibujos tallados en uno de sus lados. Se fueron apilando, luego los cubrieron con un plástico y así estuvieron varios meses.

Un día, ví gente trabajando en el lugar, apilándolos como formando un gran paredón y me acerqué para preguntar de qué se trataba. Ahí me explicaron que era un monumento para recordar a las víctimas de los atentados a la Embajada de Israel y a la Amia.

Según había trascendido, el monumento debía ser inaugurado por la Presidente, Cristina Fernández, junto con la comunidad Judía, pero, en enero de 2015, ocurrió la muerte del fiscal Nisman y el horno no estaba para bollos y mucho menos para inauguraciones.

Lo cierto es que parece que cada vez hay más enojos entre la mandataria y la comunidad judía. Esto pudo observarse el pasado viernes 17 de julio, en los actos realizados, al cumplirse 21 años del atentado a la AMIA, a los que NO asistió ningún representante del gobierno nacional y tampoco los precandidatos a presidente en las próximas elecciones.

La DAIA y la AMIA convocaron a la sociedad a acompañar el reclamo de Justicia y Verdad en el acto central, frente a la sede de AMIA, en Pasteur 632 y también los integrantes de Memoria Activa se concentraron en el mismo horario, en la Plaza Lavalle, frente al Palacio de Tribunales, con el fin de exigir el cese de "la impunidad" tanto para los responsables del atentado a la AMIA como para los de la Embajada de Israel.

El tercer acto fue organizado por la Asociación 18J–Sobrevivientes, familiares y amigos de las víctimas del atentado a la AMIA y se realizó a las 12 en la Plaza de Mayo.

Esta hubiese sido la fecha ideal para inaugurar el Monumento a la Shoá, pero tampoco pudo ser y los 114 bloques que lo integran, siguen allí, descansando, como las 114 víctimas que dejaron los dos atentados y enlutaron a todo el país.

La obra fue realizada por Gustavo Nielsen y Sebastián Marsiglia, tiene 40 metros de largo, 4 metros de altura y en sus bloques se imprimieron imágenes de objetos cotidianos. El costo de la misma fue de 4,4 millones de pesos. Según Marsiglia, este monumento fue concebido para "recordar el olvido" y parece que así es, estaría recordando que se olvidaron de inaugurarlo y por ende, también olvidando un hecho que todavía no fue esclarecido y de ninguna manera debemos olvidar.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Lunes 20/07/15 - (Cantidad de caracteres: 2460)