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    Comer afuera, un gusto para pocos

    Una de las salidas que más le agrada a los porteños es salir a cenar afuera y Buenos Aires es una ciudad que ofrece muchísimas propuestas, para todos los gustos, pero en los últimos años está al alcance de pocos.

    Cenar en un restaurante ha sido siempre un programa romántico para las parejas, divertido para encontrarse con amigos; familiar, para hacerlo con los chicos; comidas de negocios y una salvación para las mujeres que no les gusta cocinar.

    Sin embargo, aunque dentro de la gran oferta gastronómica hay restaurantes más y menos lujosos, la suba de los precios influyó para que muchos de los que salían a comer habitualmente, lo hagan en forma más espaciada y en algunos casos, directamente, no lo hagan más, por razones de presupuesto.

    Ahora, según entendidos en el rubro, en los últimos meses, los costos subieron un 14% y eso impulsó estos cambios.

    Quienes antes se sentaban a la mesa de un restaurante y ahora no pueden, se conforman con ir a una casa de comidas rápidas (pancherías o locales de hamburguesas) o bodegones; de lo contrario, con lo que cuesta un medallón de lomo en un restaurante, compran un lomo y come toda la familia, en casa (a pesar de los elevados precios de la carne).

    También se observa que en muchos supermercados chinos han incorporado comidas para llevar, que se venden por kilo y es bastante económico.

    Si bien los alimentos han aumentado bastante, los restaurantes, en su mayoría, han remarcado los precios en forma desmedida, incluso, se puede apreciar cierto abuso cuando pedimos una botella de vino, que están cobrando tres y cuatro veces el valor del mismo en la góndola de un supermercado.

    Una pena que haya que perder ciertas costumbres que se disfrutaban tanto, pero en tiempos difíciles, hay que cuidar el bolsillo y los restaurantes, deberían ajustar un poco sus precios para recuperar su clientela!!!


    Susana Espósito - Noticia publicada el: Martes 01/03/16 - (Cantidad de caracteres: 1880)




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