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El abandono de la Confitería del Molino

La recuperación de la Confitería del Molino sigue siendo un sueño incumplido. La alegría de haber visto el andamiaje colocado, hacía presumir su restauración pero duró poco, ya que aún no se hizo nada y el edificio sigue deteriorándose a pasos agigantados.

A fines del 2014, luego de dos décadas de abandono del magnífico edificio art nouveau, se había votado una ley que luego, en noviembre, aprobó su expropiación y restauración, pero aparentemente, el trámite administrativo quedó paralizado.

En aquel momento, se estimaba que para 2016, ya habría sido puesta en valor y reabierta. Además de la confitería, estaba previsto convertir el edificio en un Centro Cultural.

Fue obra del italiano Francisco Gianotti, es un típico exponente de la belle époque porteña. Había sido inaugurado el 9 de julio de 1916, en coincidencia con los festejos del Centenario de la declaración de nuestra Independencia. Ahora, a punto de cumplirse el segundo centenario, su imagen es otra y preocupa a muchos porteños que nada se haga por recuperarla.

Más allá de rescatar este ícono porteño y devolverle el glamour de otros tiempos, lo serio es que se observan varios desprendimientos de mampostería, vidrio y chapa de la marquesina que están colgando y representan un riesgo para la gran cantidad de personas que diariamente circulan por allí, siendo necesario tomar medidas urgentes.

Ver hoy la Confitería recuerda un poco la historia de la rubia Mireya, esa evocada por el tango "Tiempos viejos", la que había sido tan linda y el tiempo la convirtió en una mendiga harapienta.

Ojalá, la historia de esta confitería tenga un final feliz y que no tengamos que decir lo mismo que el citado tango:

"Cuando por la calle la veo tan vieja
doy vuelta la cara y me pongo a llorar..."

Susana Espósito - Noticia publicada el: Miércoles 22/06/16 - (Cantidad de caracteres: 1791)