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Devoción por San Cayetano

Luego de varios días de vigilia de gente esperando en las cuadras aledañas a la Iglesia de San Cayetano, en Liniers, el domingo, un día frío pero soleado, miles de personas fueron a manifestar su devoción, agradecimiento y también a solicitar al Santo, en su día, salud y trabajo.

Cada año se repite el mismo ritual, gente de todos los barrios e incluso de otras provincias van a manifestar su fe, muchos a agradecer porque el Santo les concedió lo que habían pedido y otros con tristeza y desesperación por la enfermedad que aqueja a algún familiar o por la falta de trabajo.

Generalmente, muchos nos preguntamos por qué hacer el acampe tantos días antes, bajo el frío y a veces la lluvia, si la imagen de San Cayetano está en todas las iglesias, pero lo cierto es que para quienes participan de esos días de espera y luego poder ingresar al templo, que está bajo la advocación del Santo, es otra cosa, genera otra mística, otra ilusión, al pensar que el mismísimo santo los recibe en su casa, recibe los agradecimientos, atiende las súplicas y la gente se retira con cierta paz interior.

Por supuesto, en esos días, también están quienes aprovechan muy bien la situación para lograr algún beneficio, puestos de todo tipo de souvenires de San Cayetano, cirios, e incluso quienes venden bebidas, choripanes y otros tentempié.

Sin embargo, no podemos dejar de citar la parte solidaria, ya que Carlos Mejías, de 51 años, también cocinó chorizos en una parrilla, pero los distribuyó entre los fieles, en forma gratuita, simplemente explicando que era una manera de agradecer al San Cayetano los favores recibidos. Carlos es enfermero del Hospital del Quemado y llevó 200 chorizos.

El domingo se celebraron varias misas, desde las 4 hasta las 13 horas y desde las 15 hasta las 21. La misa de las 11 fue oficiada por el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Lunes 08/08/016 - (Cantidad de caracteres: 1874)